Hace unos días te mostrabamos en auto test quizás uno de los pocos Renault Clio RSi en perfecto estado que todavía quedan en Argentina. La realidad es que este modelo de la marca francesa siempre tuvo en sus filas una versión deportiva, que a partir de su segunda generación estuvo a cargo de Renault Sport, división hoy extinta.

Lamentablemente, en nuestro país el último Renault Clio deportivo fue el denominado Sport que llegó tanto con la segunda generación como con el rediseño bautizado como Clio II. En este sentido dejamos de lado el V6 porque claramente juega en otra liga. Con su tercera generación, que nunca tuvimos en Argentina, el Clio mantuvo esa variante deportiva tenía la capacidad de acelerar las pulsaciones de cualquiera que se sentaba a manejarlo, y en esta oportunidad te mostramos una unidad que aparentemente ingresó al país desde Europa.

Pero no se trata de cualquier Renault Clio RS. Estamos ante una versión Cup, que fue hallada por nuestros seguidores de @retrovintagephotos. El auto se encontraba en la plancha de un camión y todo indica que se dirigía hacia Córdoba. Desconocemos cuál será su próximo paradero, pero intuimos que se trata de un ejemplar único en Argentina.

Como seguramente ya notaste, no es una versión “de calle”. Se trata de una unidad preparada para correr en la llamada Clio Cup, una competencia monomarca que se disputa en varias regiones de Europa. Lógicamente esta variante adoptaba diferentes mejoras para el circuito y no tenía homologación para circular por la calle.

Así es el Renault Clio RS Cup

La realidad es que el Clio RS Cup también tuvo su versión de calle, comercializada entre 2009 y 2012, aproximadamente. Cup era un paquete opcional pensado para aquellos fanáticos de los track day, ya que incluía una serie de mejoras que impactaban en el comportamiento dentro de un circuito, pero que no eran tan radicales como la variante de competición.

Dentro de las mejoras se destacaba una altura rebajada de 7 mm, amortiguadores más duros (27% adelante y 30% atrás) y por último una dirección con mayor dureza. De esta forma, quedaba claro que el auto tenía toda una preparación específica pensada para el uso más exigente.

Antes de hablar del motor hay que recordar que todavía no había entrado el furor del ‘downsizing’ y los pequeños impulsores turboalimentados (el último Clio RS utilizaba un 1.6 turbo). En este caso, el RS en sus dos configuraciones (Cup y Luxe) estaba equipado con un 2.0 (el famoso F4R) que incorporaba una serie de mejoras que incrementaban la potencia hasta 203 CV, que eran transmitidos a las ruedas delanteras mediante una caja manual de seis velocidades.

Si hablamos de las prestaciones, en aquella época la marca anunciaba una aceleración de cero a cien en tan solo 6,9 segundos, sumado a una velocidad máxima de 215 km/h. Pero más allá de los números, lo importante eran las sensaciones que transmitía el auto a la hora de manejarlo. Gracias a la puesta a punto firmada por Renault Sport, según la prensa especializada europea el Clio RS era un vehículo muy divertido de manejar y con uno de los mejores chasis de su segmento. Ahí también está la explicación de por qué existe una categoría monomarca que hoy utiliza la quinta generación del modelo.

Por último, más allá de todo lo que mencionamos en relación al comportamiento y la mecánica, por fuera lógicamente la versión de calle era más “tranquila” que la variante de carreras, pero era fácil distinguir que no se trataba de cualquier Renault Clio. El RS incorporaba un ‘body kit’ con paragolpes específicos, faldones, tomas de aire -inspiradas en la F1- y unas gruesas llantas de 17 pulgadas que permitían ver los discos de freno sobredimensionados de esta variante.