Son momentos en que la economía hay que cuidarla más que nunca y como el precio de la nafta o diésel aumenta cada dos por tres, es bueno saber cuándo un auto gasta más combustible para poder evitar esos momentos y ahorrar unos pesos.

Cuando la presión de los neumáticos es baja, manejamos de forma agresiva o tenemos el auto lleno de cosas que no necesitamos. Pero también, cuando un auto está mal mantenido, dado que hay partes mecánicas que fallan por no visitar el taller de acuerdo a lo que aconseja el manual de usuario del auto. Para cada caso vamos a desglosar los por qué así tenés tu auto impecable y no gasta de más.

Ver «¿Motor aspirado o turbo?»

¿Por qué un neumático desinflado consume más combustible?

Porque la pisada del caucho sobre el asfalto es mayor, por ende, hay más contacto que resiste el avance del auto. De hecho, estudios aseguran que las gomas desinfladas aumentan 3% el consumo de combustible. Puede parecerte poco, pero esto, más lo que sigue, harán que ahorres (si nos seguís en los consejos), 10% o 15%. Nada mal, ¿no?

Tener el neumático desinflado es de mucha utilidad en la arena para poder manejar de manera segura, pero esa adherencia extra no la necesitamos sobre el asfalto.

Unas libras menos de presión son suficientes para aumentar el consumo de combustible. Y no pienses que con revisar la presión en una estación de servicio cada mes o dos meses es suficiente, dado que a medida que circulás, puede que haya filtraciones o micro fisuras que habiliten fugas.

Lo ideal es chequear la presión cada una semana o diez días. Ya que estás, estaría bueno que revises la presión del neumático de auxilio, dado que a pesar de no ser usado, se desinfla con el paso del tiempo.

Una correcta conducción te ahorra combustible

Es “la clave” para ahorrar combustible. A continuación, te damos una serie de pautas a seguir en cada momento del viaje, desde que encendés el motor hasta cuando llegaste a destino.

  • Al girar la llave para encender el motor, no pises el acelerador. Algunas personas repiten la pisada incluso varias veces para “calentar” más rápido el bloque, sobretodo en invierno. Pero si querés ahorrar, eso no es aconsejable.
  • Es más, si haces bien las cosas y cumplís con el mantenimiento programado del auto, podés arrancar el motor e iniciar la marcha de manera inmediata, sin esperas a que llegue a la temperatura ideal de trabajo. Si tu motor es turbo, podés esperar apenas 30 segundos y arrancar.
  • La primera marcha solo usala para los primeros metros y no te pases de las 2.000 rpm. Es más, podés colocar primera y a los pocos metros conectá la segunda velocidad para evitar salto de vueltas.
  • Pasá los cambios siempre antes de las 2.500 rpm, o incluso pasadas las 2.000 rpm. Si tenés un motor gasolero, a partir de las 1.500 rpm está bien.
  • Usá marchas largas para circular. O sea, si estás en avenida con tránsito fluido y vas a 60 km/h, podés poner la 5ta velocidad y mantener la marcha siempre y cuando el motor lo permita.
  • Mantener una velocidad constante. Lo antes dicho, aplica a ruta. Si vas tranquilo y tenés control de velocidad crucero, activalo y conectá la marcha más larga disponible (5ta o 6ta). Si no tenés cruise control, mantené con tu pie el acelerador a una velocidad constante y vas a ahorrar mucho. Relajá las piernas y a disfrutar del viaje y del ahorro.

Si seguís todos estos consejos de este punto, es muy probable que puedas ahorrar 15% del consumo normal de nafta o diésel, principalmente en un auto con caja manual.

Un auto gasta más combustible por estar muy cargado

Cuanto más peso lleve el auto, más energía (o sea, combustible) necesitará para moverse. No te decimos que no traslades a gente o niegues una alcanzada o aventón a un amigo, si no que vacíes el baúle de cosas que no necesitás.

Lo básico que tenés que llevar es el kit de primeros auxilios, cricket para levantar el auto en caso de pinchadura y un matafuegos; y si tenés un hijo, el huevito o silla infantil. Ropa, accesorios o cualquier otro objeto estará de más.

Problemas mecánicos aumentan el consumo de combustible

El combustible pasa por un circuito desde el tanque hasta el motor, y en ese trayecto puede que el sistema presente fisuras que posibiliten su fuga. Por eso es bueno revisar las mangueras que salen del tanque de combustible, filtro de nafta/diésel, inyectores y/o mangueras de retorno en gasoleros para que nada se desperdicie.

Por otra parte, hay elementos del motor que si fallan, harán que el auto gaste más combustible. Las bujías, que se encargan de generar la chispa dentro del cilindro, si no trabajan bien, no generarán la explosión que necesita cada motor y parte del combustible se desperdiciará.

Y si las bujías fallan, puede ser que sea por un defecto en los cables o bobina, pero en menor medida por el estado de la batería, la encargada de llevar electricidad al motor, por lo que también es bueno que la revises cada año. Fijate que si la batería está en condiciones con el voltaje/amperaje necesario, quizás el problema sea el alternador (te contamos 5 síntomas de fallas comunes).

También vas a gastar más combustible si el sensor de temperatura del motor está dañado. Con él mal, el sistema de refrigeración no va a funcionar bien y el motor siempre tendrá una temperatura más alta de lo normal o incluso baja si se coloca un bulbo de menor temperatura que la indicada en el manual, lo que lleva a un mayor consumo de combustible y además de lubricante.

Si te interesaron estos consejos, seguramente también te sirvan estas 8 claves para ahorrar combustible en ruta y calle. Es más, si estás pensando en comprar un usado o 0km, podés leer nuestras pruebas o verlas en nuestro canal de Youtube, para conocer los consumos reales del auto que buscás.