La gama 200 de Peugeot tiene un encanto aparte. Inmediatamente pienso en el 206, que se lanzó en el momento que empezaba a enamorarme de los autos y fue un flechazo a primera vista. Seguramente más de uno se irá un pelín más atrás y evocará al 205, cuya variante GTi es de las cosas más lindas que desandaron los caminos de esta tierra.

Pero no quiero viajar tan atrás. En una suerte de balance del año me puse a pensar en el Peugeot 208. No solo pasaron más de tres años desde su lanzamiento (fuimos de los primeros en manejarlo y de las primeras pruebas en la era-COVID) sino que la está rompiendo a otro nivel.

La performance del 208 fue meteórica. En su primer año, con cinco meses en los salones de venta, el made in Palomar vendió 10.500 unidades superando al Ford Ka (10.200), al Toyota Etios (9.900) y ahí nomás de pesos pesados como los Volkswagen Gol (14.600) y Chevrolet Onix (16.600).

En 2021, en su primer año al 100 % y con un mercado enrarecido por el maldito bicho, el 208 cerró con 15.812 patentamientos en un mercado que cerró con 355.496. El yeyo fue el segundo auto per se más vendido detrás del fenómeno Fiat Cronos y por encima, nuevamente, del hoy descontinuado Etios.

2022 fue un señor año para el 208, que cerró con 25.600 patentamientos, desbancando en cifras, por ejemplo, a otra referente del mercado como la pick up Toyota Hilux por mil unidades y a más de 10.000 unidades de su competencia más cercana, el Toyota Yaris.

A medio mes de terminar 2023, el 208 viene arrasando, con un acumulado (noviembre cerrado) de 35.600 autos, una cifra espectacular que solo es sobrepasada por su primo tricuerpo Cronos, y seguramente termine segundo el año en la general.

Con los números sobre la mesa creo que el 208 se merece estar en ese lugar. Primero porque tiene una virtud insoslayable para cualquier argentino: es el mismo que se vende en Europa. Creo que eso tiene un valor importante para un consumidor y un cliente que al día de hoy y con la coyuntura en la que estamos todavía demanda autos del primer mundo. Incluso es algo que, trabajando en el medio empecé a mirar de reojo: solo basta mirar el 207 Compact, hateado por muchos pero bancado por todavía muchos más.

Pero no sólo el 208 es estéticamente el mismo que allá sino que para su concepción Peugeot instaló la nueva plataforma CMP -modular- que también le da vida en los mercados top. Eso trajo consigo modernidad y además la posibilidad de adaptarse a cambios varios como equipamientos actuales como los ADAS o malear la línea para, por ejemplo, incorporar variantes ¿como la 2008? Y un ejemplo para ver lo amplios que son los horizontes: ¿viste lo grande que es la tapa de combustible? bueno, es la misma que la de las versiones eléctricas por si algún dia pinta fabricarlo. Así de flexible es la línea de Palomar.

A las bondades del producto le quiero sumar algo que caracterizó siempre a la gama 200 y, en general a los modelos de la ex-PSA: las activaciones o series especiales. Desde su llegada, además de la gama tradicional, el 208 metió variantes como las Style y las Road Trip y, aunque hoy discontinuada, la GT importada, otra de las buenas costumbres de la familia de Peugeot y sobre todo de la gama 200 que siempre tuvo entre sus filas un hot hatch para los paladares negros más exigentes: GTi, RC, GT Line, etc.

Me gusta el 208 y me pareció prudente resaltar que se merece estar donde está: es un producto completo, lindo, seguro y moderno que se ganó el mercado a fuerza de virtud y legado y eso, creo, es digno de destacar. Con el restyling a la vuelta de la esquina, que seguramente mejore uno de sus puntos más criticados en la actualidad, creo que tiene todo para empezar a calzarse el traje de ícono.