La nueva Amarok que Volkswagen decidió no traer: ¿acierto o error?
En esta oportunidad volvemos a hablar de la nueva generación de Amarok y el proyecto de fabricarla en la planta de Ford que nunca prosperó.
El segmento de pick ups medianas tuvo hace unos meses la renovación del exponente que llegó para patear el tablero allá por 2010: la Volkswagen Amarok. Y lo paradójico es que mientras la primera generación, que todavía se vende y fabrica en nuestro país, fue un desarrollo 100% propio de los alemanes, esta segunda generación es producto de un acuerdo entre Ford y Volkswagen que trajo consigo mucha tela para cortar.
Mientras a nivel global el acuerdo tuvo luz verde y hoy en día la nueva Amarok se produce en Sudáfrica compartiendo línea de montaje con la renovada Ford Ranger, en nuestro país la marca alemana eligió no cederle la producción de su pick up a Ford y por eso anunció el año pasado una inversión en su planta de Pacheco para rediseñar la “vieja” Amarok para que siga siendo un desarrollo completamente propio.
Por más de que quizás nunca conozcamos la Amarok que vas a ver en imágenes, nunca esta de más hablar sobre una pick up que hubiera generado gran repercusión en el segmento, sobre todo teniendo en cuenta la rivalidad que se generó con la llegada de la nueva Ranger nacional y su motor V6 que claramente es una mojada de oreja para la pick up que hasta ahora tenía (¿o tiene?) el mejor motor del segmento.
Las fotos fueron enviadas por nuestros colegas de @motortopuy y son de una Volkswagen Amarok ubicada en Queenstown, Nueva Zelanda. Corresponden a la versión Aventura, aunque en el caso de esta unidad en particular no lleva las enormes llantas de 21 pulgadas que suelen llevar otras Amarok.
Pero a diferencia de otras versiones de la nueva Amarok que apelan a un look más todoterreno, en este caso encontramos un aspecto orientado a un uso más rutero, con abundancia de cromados y plásticos en un tono metalizado, algo que se destaca como mascarón de proa.
Hay que prestar atención al diseño exterior de esta Volkswagen Amarok ya que todo indica que el rediseño sobre el que está trabajando la filial local tendrá varios elementos en común con la pick up que comparte plataforma y diversos componentes con la Ford Ranger.
Para ser más precisos, lo único que comparten las nuevas Amarok y Ranger son las manijas de las puertas, los espejos y el panel de techo. El resto sería todo 100% diferente entre ambas camionetas, a diferencia de, por ejemplo, Frontier y Alaskan, que comparten algunas piezas más.
Adentro sucede algo similar aunque la Volkswagen claramente adopta un puesto de conducción diferente al de la Ford. Sin embargo, es inevitable encontrar guiños de otros productos de Ford en algunos comandos o incluso en la multimedia, con una interfaz prácticamente similar en ambas pick ups, algo que quizás hubiera generado controversias en un país tan fanatizado por las pick ups como el nuestro.
Con respecto al motor, en este caso la Amarok lleva en sus entrañas un bloque de origen Ford. Se trata del 3.0 V6 turbodiésel que acaba de debutar en la gama de la Ranger nacional en las versiones Limited Plus y XLS. La transmisión por su parte corre por cuenta de una caja automática de diez velocidades, mientras que el sistema de tracción con la posibilidad de sumar a los modos ya conocidos la 4×4 automática también debería ser el mismo en la nueva Amarok.
En síntesis, como podés ver la nueva Amarok tiene más elementos de Ford que de Volkswagen, algo que quizás fue una de las razones por las cuales la filial local decidió no “cederle” los derechos de producción a sus vecinos de Pacheco. ¿Acierto o error? El tiempo dirá, pero todavía queda conocer cómo quedará la Amarok actual tras el rediseño y los cambios que prometió la marca, sobre todo en materia de tecnología y equipamiento.
Nació en 1995 y es periodista, egresado de TEA en 2022. Desde julio de 2014 se dedica de lleno al mundo de los motores. Ingresó al staff de Motorpress Argentina en septiembre de 2020 y desde entonces se desempeña como redactor de contenidos para la web y papel de la revista Auto Test.
Fanático de los autos desde chico, su pasión son los deportivos japoneses de los 90 como Toyota Supra, Nissan Skyline, Subaru Impreza y Mitsubishi Lancer Evolution, entre otros.