Por dentro la percepción de calidad toma distancia de la versión original. La plancha (como se puede observar en la foto) ha sido totalmente modificada, y cuenta con una pantalla táctil de 7 pulgadas del sistema multimedia, con navegador incluido.

El espacio interior se mantiene intacto, ya que la plataforma es la misma del anterior y se caracteriza por ser una de las más generosas de su categoría, bautizada como B+ entre los sedanes. El equipamiento de serie es completo en la versión full, dado que dispone de tapizados de cuero, climatizador automático, navegador, control de crucero, sensor de estacionamiento trasero, puerto USB y Bluetooth. Los materiales, si bien son plásticos rígidos, se muestran agradables a la vista y no manifestaron molestos “cric, cric” por encastres deficientes. El baúl es de lo mejor de su segmento, con 510 litros de capacidad, y la rueda de auxilio es homogénea con llanta de acero.

Por el lado de la seguridad cuenta con ABS (discos adelante, campanas atrás) y doble airbag frontal.

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La posición de manejo es correcta, la butaca del conductor regula en altura –al igual que la columna de dirección– pero no en profundidad, y la pedalera es suficientemente profunda para conductores de estatura por encima del promedio. Los comandos están bien identificados y ofrecen un accionamiento adecuado. El instrumental es completo, aunque de lectura algo complicada, y cuenta con ordenador de a bordo. La insonorización, si bien fue mejorada, a altas velocidades permite el ingreso de rumorosidad eólica (debido, en parte, al burlete único montado sobre el marco de las puertas) y la proveniente del motor cuando supera las 3.500/4.000 vueltas en quinta marcha.

Las suspensiones sufrieron leves modificaciones, pero el confort de marcha sigue siendo su punto fuerte. Absorben sin vibraciones las irregularidades en todo tipo de superficies, aspecto en el que intervienen los “civilizados” neumáticos en medida 185/60×15”. En ruta ha mejorado la tenida direccional, y no se mostró tan hipersensible a los vientos laterales, en tanto su comportamiento en curva es neutro, sin vicios, aunque con notorias inclinaciones de la carrocería debido a las suspensiones mullidas. Responde a los llamados de un sistema de dirección sobremultiplicado (varias vueltas de volante de tope a tope) y de reacción lenta, pero con un radio de giro y una maniobrabilidad que sorprenden.

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