El habitáculo no tuvo modificaciones de estilo, y, pese al cambio de nacionalidad, mantuvo la calidad general; aunque todo es plástico rígido, está bien presentado y los encastres no se quejaron, así como tampoco percibimos rebabas o filos.

Mantiene la virtud del espacio, y es que en sus 2,53 metros de distancia entre ejes se las arregla para acomodar a cuatro adultos sin problema, y una quinta plaza algo angosta pero utilizable. Piso plano, respaldo ligeramente reclinable, cinco apoyacabezas y mismo número de cinturones de tres puntos hacen que todos viajen seguros. Se le podría pedir salidas de aire para los que viajan atrás, pero hay que decir que el climatizador funciona correctamente.

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Por último, la capacidad de baúl es de 363 litros, una buena cifra para un segmento que ronda los 300 litros. Además, los asientos tienen un sistema denominado “ULT” que ofrece múltiples configuraciones según las necesidades de carga.

En lo que respecta a equipamiento de confort, el “nuevo” Fit estrena un sistema multimedia con una pantalla táctil de 7 pulgadas (también tiene algunos pequeños comandos en el marco, pero no es de lo más intuitivo) con navegador satelital, compatible con Android Auto y Apple Car Play. Además, la pantalla permite configurar tres ángulos de visualización para la cámara de estacionamiento trasera, que es complementada por los sensores posteriores (no tiene delanteros).

Y lo más importante viene en los elementos de seguridad que agrega. En primer lugar, incorporó sistema de control de estabilidad/tracción (Honda lo llama VSA, y asiste en el momento justo). Además, ahora tiene seis airbags (antes solo dos), y mantiene los ganchos Isofix y el asistente para arranque en pendientes (HSA).

Donde hubo una pequeña pérdida es en el apartado mecánico, ya que el naftero 1.5L i-Vtec (distribución variable) mexicano tenía inyección directa, mientras que su homónimo brasileño es indirecta, y también baja la relación de compresión (de 11,5:1 a 10,3:1) –lo bueno es que mantiene la distribución variable y por cadena–. El resultado es que el modelo pasó de 132 a 120 CV y perdió 1 kgm de torque (ahora tiene 14,8 kgm). La transmisión sigue siendo automática CVT con siete premarchas para el modo manual, que se accionan desde levas al volante.

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La menor potencia repercute directamente en las prestaciones. El 0-100 km/h lo realizó en 11,2 segundos (versus 10,6 del mexicano), completó el kilómetro en 33 segundos (vs 31,7) y recuperó de 80-120 km/h en 7,8 segundos (vs 6,8). Siempre en modo S, que exige más al propulsor y permite llegar al corte a 6.500 rpm y clavarlo ahí, si es necesario. Pese a la merma, son valores lógicos para un auto de corte familiar como el Fit y la caja CVT ya demostró ser eficiente, aunque transmita una sensación extraña de enroscar de más al motor en ocasiones.

Para los consumos nos extrañó ver que ya dispone del clásico sistema ECON (pero unas luces en el tablero que van de verde a azul nos indican cuán ecológica es nuestra conducción), y registró casi 6 litros cada 100 a 100 km/h reales (103 de velocímetro a 1.900 rpm), mientras que en ámbito urbano se elevó a unos 10 l/100 km. Con un tanque de 40 litros, su autonomía es algo limitada. Cerrando las pruebas, los frenos (discos delanteros y tambor atrás) respondieron dentro del promedio, con unos 41 metros para el 100-0 km/h, con un recorrido de pedal que se va endureciendo a medida que se lo demanda, y un ABS de buen funcionamiento.

Su comportamiento en ruta es decente, pero es en las ciudades donde el Fit saca lo mejor de sí con un buen radio de giro, suspensiones firmes pero confortables y una asistencia de dirección eléctrica exquisita. El conductor tendrá todo controlado con una gran visión panorámica (ayudado por los falsos ventiletes tanto en los ángulos delanteros como posteriores) y desde una posición de manejo cómoda y descansada, gracias a una butaca de doble regulación (al igual que el volante), aunque con poca sujeción lateral.

Las únicas críticas son que el “babero” puede rozar en rampas pronunciadas y que la computadora de a bordo, que brinda solo datos de recorrido y consumo (trip A y B), se controla desde un botón en el tablero de instrumentos que hay que manipular a través del volante, por lo cual hay que hacerlo con el auto detenido, ya que circulando es peligroso.