John y Horace Dodge, pioneros de la industria automotriz y fundadores de la marca Dodge, comenzaron su empresa construyendo bicicletas. Pero muy pronto consiguieron un contrato con Oldsmobil –luego adquirida por General Motors– para producir ejes y transmisiones, ingresando de lleno en el negocio de los autos.

Los hermanos Dodge, asociados a Henry Ford, fueron el cerebro de la ingeniería detrás del famoso y exitoso Modelo T. Un modelo que superó las 15 millones de unidades fabricadas y se erigió como uno de los autos más importantes de la historia. Además, construyeron casi la totalidad de los componentes usados por la marca del óvalo.

En 1914 se separaron de Ford y crearon la Dodge Brothers Motor Vehicle Company. El primer año de producción introdujeron el “Old Betsy”, un vehículo que incorporó varias innovaciones y que mejoró las prestaciones respecto a sus competidores basando su construcción en la confiabilidad y la larga duración.

Ver: Efectos del coronavirus en la industria 

En 1917, durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, comenzaron a producir motores para los camiones que utilizaba el Ejército de los Estados Unidos. Tras el conflicto bélico, lo hicieron de forma comercial. La marca creía a buen ritmo y se posicionaba como una de las más pujantes del mercado norteamericano.

Pero después de la guerra, y a raíz de la pandemia de influenza A H1N1 (mal llamada gripe española), John contrajo el virus y murió a los 55 años, el 14 de enero de 1920. Su hermano Horace, también contagiado, sufrió varias recaídas. Falleció como resultado de la neumonía y una cirrosis a los 52 años, en diciembre del mismo año.

Al igual que hoy, el virus no hizo ninguna distinción. Y se cobró la vida de dos de los más importantes pioneros de la industria. Aun así dejaron su marca hasta nuestros días.