Ford develó ayer la flamante generación del SUV basado en la pick up Ranger. Se trata de Everest, un vehículo de tintes familiares que comparte el chasis con la última generación de la Ranger, y que presenta numerosas mejoras y novedades respecto de la línea precedente, que nunca conocimos por estas tierras.

Diseñado para los mercados de Asia y África (por el momento no es espera su comercialización en Europa y Norteamérica), el Ford Everest ahora tiene una plataforma más generosa con trochas que se incrementaron 50 mm, con el objetivo de mejorar el comportamiento dinámico en la ruta.

Diseño

Estéticamente (al igual que la generación anterior), el Ford Everest tiene naturalmente varias reminiscencias con la Ranger. En principio, la trompa es similar con las nuevas ópticas con forma de “C”, una tendencia que vienen mostrando las últimas pick ups de la Raza Fuerte. Del parante central para atrás muestra su identidad propia, con un remate tradicional y un diseño sobrio que no deja de ser agradable.

Interior

Puertas adentro, el Ford Everest incorpora terminaciones un poco más cuidadas que en la pick up. Igualmente, todo el protagonismo se lo lleva la pantalla central de 12’’ que es de serie en casi todas las versiones. A su vez, se complementa con un instrumental 100% digital y configurable con una pantalla que varía entre 8’’ y 12,4’’.

En materia de equipamiento, se destaca la presencia de cargador inalámbrico, butacas delanteras ventiladas y calefaccionadas, asiento del conductor eléctrico, y hasta la posibilidad de contar con calefacción en volante y la segunda hilera de asientos.

Por el lado de la seguridad, el flamante SUV de Ford incluye en su dotación nueve airbags (incluído uno central entre conductor y pasajero delanteros) y varios sistemas del Ford CoPilot 360 (control de velocidad crucero adaptativo, mantenimiento de carril y asistente de dirección evasiva, entre otros).

Motor y transmisión

Bajo el capot, el Ford Everest incorpora para el mercado australiano dos motores: un 2.0 biturbodiésel de cuatro cilindros y un 3.0 turbodiésel V6, ambos acoplados a una transmisión automática de diez velocidades. Por el momento no se anunciaron potencia y torque, aunque no deberían diferir respecto de las cifras de la pick up, con la que lógicamente comparte motorizaciones.

Así las cosas, Ford renueva su apuesta en el segmento grande de camionetas con capacidad para siete pasajeros, con un producto cuya llegada a la Argentina por el momento es una incógnita. Sin embargo, no sería descabellado pensar en su producción en Pacheco, teniendo en cuenta que deriva de la Ranger, que comenzará su fabricación nacional el año que viene.