Este último fin de semana extra largo volvió una de las exposiciones de autos más importantes de nuestro país. Se trata de Auto Clásica, una muestra que no se llevaba a cabo desde 2019 debido a la pandemia. Más allá de la presencia de varios modelos de industria nacional que cautivan la atención de todos por su impecable estado, en auto test tenemos una particular debilidad por las pick ups y en este caso nos encontramos un ejemplar que quizás no sea muy conocida.

Antes que nada queremos agradecer a Dara Cappellano, quien está a cargo de la cuenta de Instagram @dspotters, y también a Leandro Barrientos de Automovilismo del Recuerdo, ya que nos facilitaron las fotos que ilustran esta nota. Y no, no es una Toyota Hilux ochentosa, pero se acerca bastante. Estamos ante una de las pocas Toyota 4Runner de primera generación que hay en nuestro país, que en este caso particular fue repatriada en 2019 si nos basamos en la patente.

La Toyota 4Runner (también conocida como Hilux Surf en el mercado japonés) se presentó en 1983 para salir a competir en Estados Unidos frente a rivales con una propuesta similar como Ford Bronco o Chevrolet Blazer. En su primera serie, compartía diversos componentes con la Hilux de ese momento (cuarta generación) pero en este caso la marca japonesa había agregado una especie de cúpula de fibra de vidrio en la caja y asientos traseros, para de esa forma convertir la pick up en un SUV. En síntesis, se podría decir que esta generación de 4Runner es la fiel antecesora de la actual SW4.

Todas las Toyota 4Runner de primera serie tienen solo dos puertas y muy pocas diferencias estéticas frente a Hilux. Por eso, en el caso de la unidad que estaba en Auto Clásica, su dueño había removido la cúpula, algo que la emparenta de alguna manera con aquella Hilux que manejaba Marty McFly en Volver al Futuro.

En su primera etapa, la Toyota 4Runner utilizaba motores nafteros de 2,4 litros y potencias que estaban en el orden de los 100 CV. Primero se alimentaba por carburador, pero luego unos años más tarde incorporó la inyección.

Tras unos años en el mercado, Toyota mejoró el comportamiento de la camioneta con varios ajustes en la suspensión, que además la hicieron más confortable. A su vez, la nueva suspensión incrementó el espacio en el vano motor, que permitió incorporar un motor V6 en 1987.

Ya casi entrando en la década del 90, la 4Runner presentaba su segunda generación, que también estaba emparentada con la Hilux contemporánea. Sin embargo, el principal diferencial respecto de la primera edición fue que en este caso la carrocería fue diseñada desde cero y no contaba con un accesorio agregado en la caja de carga. Además, en este caso apareció la carrocería de cinco puertas que se mantuvo hasta el día de hoy.