Antes que empiecen los comentarios mencionando que un sedán no es comparable a una pick up, la idea no es hacer una comparación per se sino que nos pareció interesante analizar a grandes rasgos las principales características de dos productos muy diferentes de una misma marca que actualmente tienen un precio de lista similar.

Así las cosas, Volkswagen presentó ayer la renovación del Vento, un modelo que veníamos paladeando desde el verano pasado cuando la marca lo mostró en su stand de Cariló. El sedán mediano que supo ser el referente de su categoría ahora llega en una única versión deportiva con un precio sugerido de 15,1 millones de pesos.

Dentro de la misma marca, aquel que busca una pick up con prestaciones poco vistas en este segmento tiene la Amarok V6, que en su versión más equipada y sofisticada tiene un valor que supera los 20 “palos”, pero en este caso tomamos la variante Comfortline, que tiene un precio de lista de 15,5 millones.

Más allá de las diferencias obvias que hay entre un sedán y una pick up está el tema de las mecánicas. En el Vento tenemos un motor naftero 2.0 turbo de cuatro cilindros con 230 CV y 350 Nm de torque, asociado en este caso a una caja automática de doble embrague con siete relaciones y tracción a las ruedas delanteras.

Si hablamos de la pick up la fórmula es completamente diferente: V6 3.0 turbodiésel que eroga 258 CV y 580 Nm de torque, mientras que la transmisión corre por cuenta de una caja automática con convertidor de par y ocho relaciones que se acopla a un sistema de tracción integral permanente.

Además de las motorizaciones también hay diferencias, naturalmente, en el equipamiento. En el sedán estamos ante una versión full y por eso saca una clara ventaja frente a la pick up, que es un nivel intermedio. Si hablamos de confort el Vento se despacha con tapizados de cuero, butacas con regulación eléctrica y calefacción, climatizador bizona, techo solar eléctrico y un instrumental 100% digital.

Respecto de la seguridad la diferencia es todavía mayor, ya que es uno de los puntos más flojos de la Amarok: tiene sólo cuatro airbags y los clásicos controles de tracción y estabilidad. Podríamos mencionar como exclusividad el ABS Off Road que suma seguridad en terrenos de baja adherencia.

El Vento GLI suma los airbags de cortina pero también cuenta con ADAS como mantenimiento de carril, alerta de punto ciego con detector de tráfico cruzado y control de velocidad crucero adaptativo, por sólo nombrar algunos. De esta forma ofrece una de las dotaciones más completas de su segmento.

Como conclusión, la decisión final estará en cada uno y siempre variará según las necesidades de cada usuario. Pero las típicas disparidades de nuestro mercado permiten de vez en cuando hacer este tipo de análisis que luego dan lugar al debate.