¿Qué fierrero no soñó alguna vez con restaurar un clásico? Gracias a las redes pudimos conocer la historia de Vito, un joven apasionado que con tan solo 12 años ya tiene su primer clásico para restaurar.

Se trata de una Coupé Chevy Super Sport, que su familia le obsequió para que pueda poner en condiciones y usarla cuando cumpla los 18 años, esa edad que todos los fanáticos de los autos esperamos con ansiedad para sacar el registro de conducir.

La gente de @autosfueradeserieargentina subió a su página las imágenes de Vito junto a su Chevy (a la que bautizó como “la Pitu”), pero para aquellos que quieran conocer la historia está todo subido en la cuenta de Instagram @artebyvito, donde también hay algunos dibujos realizados por Vito que demuestran su pasión e interés por los fierros clásicos.

Sabemos que la etapa de restauración ya comenzó y esperamos con ansias ver todo el proceso de regresar a la vida a la Chevy, que al parecer pasó mucho tiempo parada seguramente por falta de tiempo del dueño anterior.

¿Qué es un Chevy?

La Chevy (o el Chevy, como más te guste) fue uno de los autos nacionales más importantes de nuestra industria y uno de los modelos más emblemáticos de la marca del moño. Se lanzó a fines de 1969 para convivir con el 400, que por aquel entonces rivalizaba contra el Falcon. El Chevy pertenecía a un segmento superior pero durante varios años la gente los comparó, sobre todo en sus versiones de alta performance (Sprint y Serie 2).

Pero aquellos primeros Chevy tenían carrocería de cuatro puertas y estaban equipados con un motor seis cilindros en línea como era casi norma en la época. Se acoplaba a una caja manual de tres velocidades, mientras que más adelante llegarían otras versiones como la recordada Coupé o una variante de lujo llamada Malibu.

La Coupé Chevy Serie 2

Pero si hablamos de una versión icónica dentro del universo fierrero esa fue la Serie 2, que utilizaba un bloque de 250 pulgadas cúbicas (o casi 4,1 litros de cilindrada) y que gracias a una serie de ajustes en el carburador y el sistema de admisión podía alcanzar 170 HP, que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h.

La Chevy Serie 2 protagonizó una rivalidad contra el Falcon Sprint no sólo en la calle sino también en el turismo carretera. Pero muchos recordarán que nuestro director, Carlos Figueras, realizó una suerte de “comparativo” hace unos años donde señalaba lo siguiente: “Mientras el Sprint contaba con una tara de suspensiones más rígidas y se mostraba más nervioso en proceso de aceleración y en curvas, la Chevy era algo más civilizada y asimilaba mejor las imperfecciones de la superficie”.

Así las cosas, la Chevy fue un auto que al igual que otros clásicos argentinos caló hondo en el público más fierrero al punto de que hoy en día los fanáticos más chicos (como Vito) sueñan con tener una unidad para restaurarla y disfrutarla como si fuera un cero kilómetro.