Qué decir de la Ford F-100, un símbolo de fortaleza y solidez que instaló desde su llegada a nuestro país el slogan “Raza Fuerte”, que hoy ya es parte de la mayoría de sus camionetas. En auto test ya te mostramos varias unidades que presentaban un estado inmaculado y también otras que fueron “restauradas” y en ahora traemos un ejemplar de este último grupo.

Al igual que aquella unidad de 1969, esta unidad del 66 estuvo en el taller de Braian Biason, donde se le realizó un “trabajo estético integral”. Recordemos que por ese local han pasado varios modelos interesantes como aquella Hilux de la década del 80.

Pero la historia de esta Ford F-100 arranca en Navarro, provincia de Buenos Aires, cuando fue adquirida de 0 kilómetro por un médico de esa localidad y utilizada para realizar visitas a pacientes de zonas rurales, según nos comentó Biason. Luego pasó por dos dueños hasta que uno de ellos decidió guardarla dentro de un galpón, donde permaneció durante más de 20 años.

Algo curioso es que en una de las fotos puede apreciarse en qué estado estaba la camioneta el día que fuerescatada”. Claro que para que quede como nueva pasó por un exhaustivo trabajo de limpieza para el cual hasta se quitaron los cristales. “No se pintó ni un sólo tornillo y recuperamos al máximo su pintura, cromados, insignias, etc”.

Respecto de esta unidad en particular, posee “toda la pintura de fábrica y conserva hasta la tela original de los asientos y el piso de goma en el habitáculo”. A su vez, otra muestra del cuidado que recibió es que todo funciona como el primer día, desde el instrumental hasta la radio original. Si hablamos del kilometraje, acusa al día de la fecha 69.000 kilómetros.

Breve historia de la Ford F-100

Los inicios de la exitosa Serie F se remontan a la década del 40 pero la realidad es que comenzó a ensamblarse en la planta de La Boca a fines de la década del 50. La pick up full size se convirtió en el vehículo preferido del usuario de campo, que supo valorar desde el primer momento sus atributos como robustez general, nobleza mecánica y capacidades off road.

A lo largo de su trayectoria pasaron varias generaciones y también comerciales memorables como aquel donde la camioneta es lanzada desde un avión “Hércules”, algo que sirvió para demostrar la solidez del tren delantero. Además, con el tiempo supo sumar alternativas mecánicas y opciones de tracción 4×4.

En la última evolución que se fabricó en el país, la Ford F-100 incorporaba elementos de confort que antes nunca había ofrecido, como levantavidrios y espejos eléctricos, aire acondicionado, dirección hidráulica y un equipo de audio de mejor calidad que en series anteriores. Más allá de eso, la camioneta supo mantener con el tiempo los atributos que siempre la caracterizaron.

Así es como llegamos a mediados de la década del 90, cuando se produjo la disolución de Autolatina, la antigua unión entre Ford y Volkswagen. En ese momento la F-100 trasladó su producción a Brasil, mientras que en Pacheco iniciaría unos años más tarde la producción de la Ranger, poniéndole así un punto final a la historia de la Ford F-100 nacional.