La semana pasada, Juan Martín Del Potro anunciaba entre lágrimas que estaba cerca del final de su carrera, tras una larga lucha contra los problemas físicos. El tandilense disputará el Argentina Open en Buenos Aires luego de dos años y medio de inactividad y aseguró que “posiblemente sea más una despedida que una vuelta”.

A lo largo de su destacada trayectoria como tenista, Juan Martín Del Potro fue propietario de diferentes autos de marcas de lujo pero también generalistas. En esta ocasión, vamos a realizar un breve repaso por algunos modelos destacados que pasaron por la cochera de “la Torre de Tandil”.

Mercedes-Benz SLK 350

Este auto tiene una historia muy particular ya que la marca alemana se lo obsequió a Juan Martín Del Potro luego de consagrarse como ganador en el ATP de Stuttgart, obteniendo así su primer título mundial individual. Se trata de un biplaza convertible que bajo el capot incorpora un motor V6 de 3,5 litros que desarrolla 305 CV y 360 Nm de torque, acoplado a una caja automática de siete velocidades.

Esta generación particular del SLK conocida internamente bajo el código R171 es quizás una de las más lindas de esta gama de modelos de Mercedes-Benz y se produjo desde 2004 hasta 2011. La historia cuenta que Delpo le regaló el auto a su hermana, porque justo por esa fecha era su cumpleaños. También, otra curiosidad es que la unidad que recibió el tenista en Argentina era de color negro, mientras que el original de la premiación era blanco.

Porsche Panamera

De acuerdo al sitio Tork News, Juan Martín Del Potro ganó un Panamera luego de vencer en un torneo auspiciado por la marca alemana. En su primera generación, este Porsche que innovó con su silueta de “coupé de cuatro puertasse ofrecía con dos motores de seis y ocho cilindros con potencias que iban desde 300 hasta 550 CV. En Argentina los precios en el mercado de usados rondan los 130.000 dólares.

Peugeot RCZ

En 2015, Peugeot eligió al jugador profesional como el embajador de la marca en Argentina. De esta forma, Del Potro pudo utilizar diferentes modelos para moverse en el día a día, y uno de ellos fue la coupé RCZ, que derivaba del 308 pero con una silueta mucho más estilizada y atractiva.

A nuestro mercado solo llegó la versión naftera con el conocido motor 1.6 THP pero más potencia (200 CV) acoplado a una caja manual de seis velocidades. Nuestro director tuvo la posibilidad de realizar pruebas de dos unidades y destacó la posición de manejo, el selector de caja, la dirección y, principalmente, “una conducta dinámica que hacía olvidar que la tracción corría por cuenta del eje delantero”.