Hace unos meses Ford anunciaba una inversión de 80 millones de dólares en su planta de General Pacheco para producir los motores de la nueva generación de Ranger, la pick up mediana que la marca fabrica en el país desde 1997.

En aquel momento confirmaron que la producción de los motores comenzaría en 2024, pero al parecer los primeros impulsores ya fueron armados. Es que recientemente circuló en el grupo de Facebook Club  Ford Ranger Argentina una imagen subida por Diego Castillo de lo que sería el motor V6 de 3 litros, el bloque que utilizarían las versiones más equipadas.

Se trata de un impulsor denominado PowerStroke y que fue utilizado hasta hace muy poco por la F-150 en Estados Unidos, aunque fue discontinuado del catálogo norteamericano de la full size debido a la baja demanda.

Es un bloque que ya está disponible para la Ford Ranger en varios mercados donde se ofrece, como por ejemplo Australia, donde puede equipar a las versiones XLT, Sport, Wildtrak y Platinum. Por el momento se desconoce la gama que tendrá la pick up fabricada en Pacheco.

En Australia la Ford Ranger 3.0 V6 declara 250 CV (casi 45 más que el 2.0 biturbodiésel) a 3.250 RPM y un explosivo torque de 600 Nm entregados desde 1.750 hasta 2.250 RPM. La transmisión corre por cuenta de una caja automática de diez marchas, mientras que para este motor, al menos en aquel mercado, el sistema de tracción es integral permanente.

De esta forma, si la Ranger nacional llegara a utilizar este mismo combo motopropulsor (que sería lo más lógico) quedaría prácticamente al mismo nivel que una de sus principales rivales, la Amarok V6 de 258 CV y 580 Nm de torque, que por cierto utiliza un sistema de tracción similar acoplado a una caja de octava.

Así las cosas, mientras la presentación en nuestro mercado está prevista para el segundo semestre de 2023, se sabe que las primeras unidades de preserie continúan el período de pruebas en las cercanías de la planta bonaerense.

Este lanzamiento será el más importante para 2023 no sólo para Ford, sino también para la industria nacional, que verá la llegada de un producto completamente nuevo tras un 2022 donde no hubo ningún lanzamiento industrial de un vehículo, salvo por el inicio de producción Tracker (modelo que ya se conocía) en Rosario, Santa Fé.