¿Vas a comprar un auto? Te explicamos los efectos de la motosierra a los impuestos internos
Analizamos la medida del Gobierno y qué pasará con el precio de los autos.
El tema de la semana fue la medida del Gobierno de Javier Milei con respecto a los impuestos que tributan los autos en Argentina. En concreto, a través de un tuit el ministro de economía, Luis Caputo, anunció la eliminación de la primera escala de impuestos internos (afectaba a los autos de entre 41 y 75 millones de pesos) y una reducción de la alícuota del 35 al 18 % en los autos de más de 75 millones de pesos.
Desde el Gobierno se mostraron expectantes por una baja de precios de entre un 15 y 20 %. Los impuestos internos comenzaron a tener vigencia en 2014 y fueron una medida para favorecer a la industria nacional y aumentar las ventas de los autos más populares. Sin embargo, en los últimos tiempos las escalas estaban tan mal dispuestas que un hatchback del segmento B estaba afectado por el impuesto.
Por eso también aparecieron grandes distorsiones en los precios de lista, ya que había modelos con el precio “topeado” para no alcanzar la escala de impuestos internos (recuerdo que durante varios meses todas las versiones del Renault Duster tenían el mismo precio de lista).
Ford fue la primera marca en actualizar y difundir su lista de precios de febrero, que mostró una baja de hasta el 18 % en sus valores. Los modelos que más bajaron son al mismo tiempo de los más caros, como el caso del Mustang que pasó de costar 100.0000 a 82.000 dólares.
Otros exponentes que bajaron un 15 % su precio fueron los SUV Bronco Sport y Kuga, que ahora cuestan entre 45,7 y 64,4 millones de pesos (antes 54 y 76).
Con esta medida también se espera que las reducciones de precio se trasladen a modelos de gama más baja, y más a mediano plazo debería suceder lo mismo con los usados.
Hay algunos casos que merecen la pena analizar como por ejemplo Honda, que en Argentina tiene una familia de SUV para el segmento B y C. En el pináculo de esa gama figura CR-V, con precios de entre 59,7 y 76,6 millones; más abajo aparece ZR-V entre 42 y 53,5 millones y por último el más “barato” es HR-V, que no está afectado por los impuestos y cuesta entre 38,7 y 43,8 millones.
Vamos a suponer que la CR-V baja de precio un 10 % en la ZR-V ocurre lo mismo. Para mantener la competitividad y no “canibalizar” sus modelos, la marca debería también ajustar el precio de HR-V, porque si no hubiera demasiada diferencia de valor el usuario se inclinaría por un ZR-V, que es superior en todos los aspectos posibles.
Y eso también va para otras marcas como Volkswagen, que tiene un T-Cross full a más de 40 millones, un valor que quedaría demasiado cerca de un Taos (segmento superior). Todas estas son especulaciones y hay que esperar a la lista de precios, pero nos pareció un dato que merecía cierto análisis.
Otro caso es el de las pick ups. Cuando Ford difundió su lista algunos cuestionaron por qué la Ranger había subido de precio. La realidad es que los impuestos internos nunca afectaron a las pick ups, y por eso desde 2014 los que andaban con ganas de subirse a un Passat o una Tiguan (ambos afectados por el impuesto), se inclinaban por la Amarok, que no tributaba ninguna escala.
Quizás a futuro veremos marcas que ajustarán el valor de sus pick ups para que no queden a un precio elevado comparado al de un SUV similar, como por ejemplo Toyota con Hilux y SW4, que hoy se comercializan con una diferencia de precio que ronda en 10 millones a favor de la pick up.