Para ampliar el catálogo que ofrece en nuestro mercado, MINI lanzó a la venta el nuevo Countryman, al que la marca británica denomina como SAV (Sport Activity Vehicle). Este modelo se ofrecerá en tres versiones, todas con motores nafteros turboalimentados y tracción delantera o integral.

MINI anuncia su exponente del segmento compacto como “el modelo más grande y versátil, que está listo para entregar su mejor versión tanto en uso urbano como en los recorridos fuera del camino”. Estéticamente, los principales cambios están en la trompa, que presenta nuevo diseño de paragolpes y parrilla.

Atrás también hay novedades con diversos ajustes en el faldón del paragolpes y los faros, que incorporan tecnología LED en todas sus funciones. De costado se destacan las llantas de aleación específicas para cada versión, con medidas que van desde 17’’ hasta 19’’.

Adentro, el MINI Countryman cuenta con tres asientos individuales en la parte trasera, que ofrecen la posibilidad de reclinarse o deslizarse hacia delante o atrás de acuerdo al lugar requerido en esa zona. Al plegar las mismas, la capacidad de baúl puede aumentar de 450 a 1.390 litros.

Respecto a las versiones, la gama arranca con el MINI Countryman Cooper Classic, que bajo el capot incorpora un bloque tricilíndrico de 1,5 litros con 136 CV y 220 Nm de torque acoplado a una caja automática de doble embrague y siete relaciones que mueve exclusivamente al eje delantero.

Por su parte, la versión Cooper S Classic Confort adopta en este caso un cuatro cilindros 2.0, con 192 CV y 280 Nm de torque, mientras que la transmisión también se realiza por medio de una caja automática de doble embrague con siete relaciones que manda la fuerza al eje delantero.

Por último, el tope de gama es el MINI Countryman John Cooper Works, que apela a otro “cuatro cilindros” pero capaz de entregar 306 CV y 450 Nm de torque. Con una transmisión automática de doble embrague y ocho relaciones, sumado a la tracción integral, puede acelerar de cero a cien en 5,1 segundos según la ficha técnica.

En materia de equipamiento de seguridad, todas las versiones ofrecen el paquete de ADAS que MINI denomina Driving Assistant, que incluye aviso de colisión frontal con frenado autónomo, mantenimiento de carril y control de velocidad crucero. A su vez, las versiones Cooper S y JCW cuentan con asistente de estacionamiento paralelo y perpendicular.

Así las cosas, el precio sugerido al público para la versión de entrada es de 53.400 dólares, mientras que la intermedia cuesta 67.900 y la tope de gama 89.900 dólares. La garantía que ofrece MINI es de 3 años o 200.000 kilómetros, lo que ocurra primero.