El equipamiento de serie tiene algunos baches, como el reglaje manual de las cómodas butacas delanteras, pero cuenta con techo panorámico, seis airbags, asientos traseros regulables longitudinalmente, Cruise Control con función de frenado, asistente de estacionamiento, navegador y ordenador, multimedia Mini Connected XL, climatizador de dos vías y faros de bixenón.

El diseño interior no difiere de otros Mini, y esto vale tanto en la distribución de los elementos como en las llaves de comando “tipo avión” con alta percepción de calidad en terminación y materiales.

Con respecto a otras versiones de la marca, este nuevo Countryman se muestra mucho más confortable en ciudad, con suspensiones de buen recorrido y adecuada absorción, junto a un despeje generoso (17 cm) como para sortear sin temor lomos y cunetas, a pesar de lo que podrían indicar los neumáticos con perfil 50 y llantas de 18 pulgadas. Sin duda, estamos ante un SUV de uso diario y para disfrutar con la familia los fines de semana.

En ruta es donde se destaca su comportamiento debido a una lograda insonorización del habitáculo, una impecable tenida direccional y en curva, características que hacen que conducirlo sea una tarea distendida y agradable. A esto se suma una correcta posición de manejo, con un volante multifunción de buen tacto, columna de dirección con doble reglaje y butacas regulables en altura.

El exitoso motor de 1,6 dio paso a este 2.0 litros multiválvulas inyección directa con turbo y distribución a cadena que entrega 192 CV entre las 5.000 y 6.000 vueltas con par máximo de 29 kgm, a partir de las 1.350 y hasta las 4.600 rpm.

La caja automática Steptronic es de ocho marchas con selector al piso –carece de levas al volante– y cuenta con tres modos de conducción: Green (con sistema inercial que desconecta la transmisión cuando se deja de acelerar, circulando como si fuese en punto muerto lo que redunda en mejorar el consumo), Mid (función de uso normal) y Sport, para lograr prestaciones más contundentes y deportivas desconectando el control de tracción/estabilidad.

En este modo es cuando el Countryman lograr acelerar de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos con un eficiente grado de recuperación de solo 5,3 segundos de 80 a 120 km/h en Drive. El consumo en ciudad es de 9,8 litros/100 km, con una autonomía superior a los 500 kilómetros si lo utiliza en modo Green. A 130 km/h constantes, en D8, es de 8,0 litros.

Las distancias de frenado están dentro de lo normal y en nuestra zona verde: 39 metros de 100 a 0 km/h. Punto en contra: el pedal de freno es hipersensible y de dosificación complicada hasta que el conductor se acostumbre.