En lo referente al confort y seguridad dispone de climatizador automático con salidas posteriores, volante multifunción regulable en altura y profundidad con levas que comandan la caja automática, piso de carga regulable en el baúl (rueda de auxilio temporal), computadora de a bordo que puede replicarse en el panel de instrumentos con pantalla táctil, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, cámara de marcha atrás, espejos rebatibles eléctricos, detector de fatiga y presión de neumáticos.

A esta dotación se suman seis airbags, control de estabilidad/tracción y asistente en pendiente. En este aspecto cabe destacar que en las pruebas realizadas por LatiN Cap el T-Cross logró la puntuación máxima con cinco estrellas.

La habitabilidad posterior es otro punto a destacar. Un pasajero que más de metro-ochenta podrá ubicarse sin restricciones en las plazas traseras. En cuanto a los materiales utilizados (plásticos rígidos) muestran un correcto ensamble en tanto el diseño de la plancha es muy similar a la del Polo. En general, considerando el segmento en el que se desenvuelve, el nivel de terminación es más que correcto.

La posición de manejo es adecuada para cualquier humano y las butacas –de escasa sujeción- ofrecen una amplia regulación en altura lo que sumado a un volante de buen tacto y doble reglaje hacen que en un largo periplo rutero el conductor se sienta cómodo y relajado.

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Seguimos mostrándote la nueva T-Cross, y en este caso te acercamos una primera impresión sobre su interior y equipamiento en la versión tope de gama. -Active Info Display de 10,2¨ (tablero digital) -Discover Media de 8¨ -Transmisión automática Tiptronic de 6 marchas -Tapizado de cuero -Estacionamiento asistido

A post shared by AutoTest (@autotestarg) on May 29, 2019 at 3:49pm PDT

En el rubro confort de marcha juegan factores como las equilibradas suspensiones en ambos ejes que le otorgan adecuada absorción de las irregularidades del terreno junto a una lograda insonorización, suavidad de rodaje y sistema dirección preciso con asistencia eléctrica. A esto se agrega un comportamiento dinámico que no manifestó puntos flojos. Mantiene la línea de marcha, aún con vientos laterales y su conducta en curvas es predecible y franca, sin vicios ni tendencias excesivas a subvirar. Desconectando los controles electrónicos tracciona con decisión transmitiendo seguridad.

Llegó el momento en evaluar las prestaciones. Considerando la robustez estructural del T-Cross y el comportamiento de las suspensiones, el motor 1.6 de 110 caballos le queda corto. Por supuesto que todo tiene su razón de ser y los costos de producción son los que mandan a la hora de tomar la decisión acerca de la motorización a utilizar. Viéndolo del otro lado del mostrador, sería ideal disponer de 1.4 Turbo que equipa al Golf pero aumentaría sensiblemente el precio final.

Por lo tanto, los valores registrados por nuestro Racelogic fueron los esperados considerando los 110 CV y 16 kgm a casi 4.000 vueltas. Para llegar a los 100 km/h en modo Sport y con las ayudas electrónicas desactivadas, necesitó 14,3 segundos y 35,5 para cubrir el kilómetro. La distancia de frenado (discos adelante y tambores traseros) para detenerlo a 100 km/h fue de 39,2 metros que está por debajo del promedio de sus rivales. El consumo en ciclo urbano apenas supera los 9 litros/100 km que le permite una autonomía de 537 kilómetros debido a su tanque de 50 litros.

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