La posición de manejo de la Amarok siempre fue la mejor del mercado de pick ups. En esta nueva V6 las butacas (calefaccionadas) muestran una tendencia netamente deportiva con una impecable sujeción lateral digna de un GTI, mientras que el volante multifunción con doble regulación esconde levas pequeñas para conectar los cambios en función Sport.

Las plazas delanteras son amplias y las traseras correctas pero si el conductor supera los 1.80 metros es probable que quien se ubica a sus espaldas y tenga una estatura similar, encuentre ciertas limitaciones al encarar un viaje de varias horas. El instrumental es analógico y cuenta con un completo ordenador de a bordo con información útil sobre el vehículo en distintos ítems.

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Una de las características de la Amarok, desde su nacimiento, es el logrado confort de marcha y su conducta dinámica a pesar de poseer un tren trasero con eje rígido y tres hojas de elásticos. Por esa razón, la Amarok se ha transformado en una pick up urbana por excelencia ya que cumple las funciones –como comenté al comienzo- de un SUV o un Crossover sin sacrificios de confort con la dualidad de encarar caminos de tierra o ripio sin preocuparse por el despeje ni la tracción. A esto se suma ahora una motorización de primer nivel que es el más potente del mercado.

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Las características de una pick up, por su altura con centro de gravedad elevado y su resistencia aerodinámica, hacen suponer que es un vehículo con el que se deben tomar ciertas precauciones a la hora de encarar la ruta y más aún en caminos sinuosos. Sin embargo, los últimos modelos de las distintas marcas de pick ups han dado por tierra con este prejuicio. Y en especial la Amarok que se destaca, precisamente, por un desempeño dinámico de muy buen nivel, con suspensiones que no permiten rolidos excesivos en curvas lentas y un comportamiento general muy franco.