En el interior la nueva plancha es mucho más vistosa y actualizada, con una percepción visual más agradable y materiales que, aunque no son inyectados, se los nota correctos tanto en ajustes como en tratamiento. Quizá el cambio más radical se encuentre en el sistema de transmisión.  No más tracción 4×4 integral y permanente con palanca selectora de alta y baja. Ahora todo se reduce a un dial en el centro de la consola que permite optar por función 4×2, 4×4 o baja (L4). Las ayudas electrónicas están compuestas por control de estabilidad (VSC), de tracción (A-TRC), de asistencia en descenso (DAC) y de balanceo de tráiler (TSC).

El espacio interior es el que se espera en un SUV de este porte y con tres filas de asientos que, como es habitual, solo son habitables por dos niños, limitando la capacidad de carga en el baúl. Además, esas plazas no se “esconden” a ras del piso. La segunda fila cuenta con regulación longitudinal individual de los asientos, que cobijan sin limitaciones a dos pasajeros y a un tercero no tan cómodo. Además, podrían disponer de mayor espacio en altura bajando los  mismos unos centímetros. Otro aspecto en el que ha mejorado la nueva SW4 es en el confort de marcha. Se la nota más eficiente absorbiendo irregularidades en asfaltos desparejos, incluso en caminos de tierra en mal estado, sin andar a los saltos mortificando a los ocupantes. Esto no modifica ni penaliza el comportamiento dinámico, que es correcto, considerando que estamos ante un SUV con un centro de gravedad y altura elevados. La estabilidad direccional a altas  velocidades en recta es adecuada, aunque se mostró algo sensible a vientos laterales. La posición de manejo también ha mejorado. La butaca del conductor –de buena ergonomía– dispone de regulación eléctrica, no así la del acompañante. Sin embargo, la pedalera está demasiado cercana y la columna de dirección merecería un reglaje en altura y profundidad más amplia. El instrumental es  sumamente visible y el display central del tablero informa de todo lo necesario. El selector manual de la caja de seis marchas de nuestra unidad de prueba se manifestó algo excesivo en su recorrido y con un freno en el diagrama al pasar de tercera a cuarta. La climatización de una vía con salidas posteriores es eficaz, aun con temperaturas, en plena ruta, superiores a los 38º. Por su parte, la insonorización está a un nivel más que aceptable para un vehículo de este tipo, en el que la aerodinamia, y el correspondiente Cx, no figura entre las prioridades.

En la lista del equipamiento de confort/seguridad, se destacan la pantalla táctil de 7” con GPS, Bluetooth, USB y entrada para audio y video, cruise control, cámara de marcha atrás, portón trasero con apertura y cierre eléctrico, trabas Isofix, salida de 220v y tres de 12v, volante multifunción y encendido a botón Start-Stop. La seguridad corre por cuenta de ABS/EBD, siete airbags, asistentes de arranque y descenso en pendiente y controles electrónicos de estabilidad/tracción. Faltantes: sensor de lluvia, lavafaros y techo solar.

Tierra, barro, piedras, sendas, huellas profundas, vados, lomadas, ese el escenario donde la SW4 siempre se sintió a sus anchas. Y esta nueva generación, con más equipamiento y electrónica disponible, sigue los pasos de sus antecesoras. El despeje de 25 cm permite encarar cualquier obstáculo donde el protector de cárter transmite seguridad a quien la conduce. La SW4 pasa por donde otros SUV flaquean porque fueron pensados y elaborados para off road light priorizando el comportamiento dinámico a altas velocidades en el asfalto. Por eso, la SW4 es única en su categoría y, en estas condiciones, las soluciones simples, y hasta algo “anticuadas” en algunos aspectos, afloran como virtudes reconocidas del modelo. No tendrá la conducta dinámica de una sofisticada SUV que ofrecen modelos de alta gama como BMW, Mercedes o Audi, pero pasará por donde otras abandonan a mitad de camino.
En sintesis, la nueva SW4 es un SUV eficiente y se diferencia de la mayoría de los protagonistas en este segmento, si bien a nivel de industria local prácticamente no tiene rivales. Está dirigido a un público al que no le importa embarrarla hasta el techo, que se gratifica encarando huellas o sendas en lugares recónditos de nuestro país con un manifiesto espíritu de aventura pero que, además, puede utilizarla diariamente por la ciudad sin sacrificios y con un alto grado de confiabilidad, que es estandarte de la marca.