El equipamiento se destaca por su climatizador automático bizona con salidas posteriores, tapizados simil cuero, techo solar panorámico, computadora de a bordo táctil, airbags frontales, laterales, de cortina y rodilla del conductor, controles de estabilidad y tracción (ESC y TCS), fijaciones ISOFIX, freno de estacionamiento eléctrico y sensor de estacionamiento con cámara junto a control de presión de neumáticos. Los materiales utilizados se muestran nobles a la vista y al tacto y el diseño interior es agradable con mandos ubicados donde corresponde.

El Compass es un SUV de manejo agradable, buen confort de marcha, bien insonorizado y con un comportamiento rutero que lo pone a la altura de los mejores de su clase.

El confort de marcha en ciudad y en superficies agresivas –se supone que quien compra un Compass tiene intenciones off road- es correcto a pesar de montar llantas de 18 pulgadas con neumáticos Pirelli Scorpion 225/55. La posición de manejo es adecuada para cualquier humano: la columna de dirección regula en altura y profundidad, la butaca dispone de reglaje vertical y el volante multifunción es de “grip” grueso y tamaño justo. Atrás se esconden las levas que comandan la caja automática de nueve marchas. El instrumental es convencional analógico con el apoyo de un ordenador en el centro del tablero.

El motor (denominado Tigershark= Tiburón Tigre) es un cuatro cilindros multiválvulas de 2,4 litros de cilindrada con una potencia de  177 CV a 6.000 rpm con un torque máximo de 24 kgm a 4.500 vueltas y tracción integral con sistema Jeep Active Drive que puede enviar el 100% de potencia de torque a cualquiera de las ruedas y ofrece cuatro modos de conducción según el terreno: Auto, Nieve, Arena y Barro.

La caja de cambios cuenta con modo Drive y Sport con un simple deslizamiento del selector hacia la izquierda. En esa función se puede subir marchas hacia atrás o realizar rebajes hacia adelante, o en su defecto utilizar las levas al volante. Las nueve marchas son algo exageradas para las características y potencia del motor. En la práctica, para superar a un camión que circula a 90 km/h es necesario conectar la 3ª para obtener una reacción más contundente. Si se circula a 150 km/h en Drive, la caja seleccionará la 7ª, sólo si se la acciona manualmente se podrá utilizar la 9ª con el cuentarrevoluciones indicando míseras… ¡2.100 vueltas!, lo que indica que en la relación superior cada 1.000 rpm del motor el Compass circulará 72 km/h. De estas cifras se deduce que la caja está relacionada “larga” buscando mejorar el consumo. Si se sabe utilizarla en el tránsito, en modo manual ahorrará combustible ya que en Drive circulará en una marcha inferior y a más vueltas de motor.

Otra característica de la transmisión, en circulación veloz, es que al rebajar desde las levas para entrar en una curva, el sistema con convertidor de par preserva el motor en demasía y es probable que no conecte el cambio inferior  indicado para lograr una tracción eficiente. Para que los “velocistas” lo tengan en cuenta.

Sin duda, no vendría mal un motor más brioso y una transmisión con relaciones de caja más “arrimadas” y así lograr mejoras en las recuperaciones a bajo régimen sin necesidad de bajar cambios en forma permanente.