Puertas adentro se repite la fórmula: el tablero central digital con varias pantallas, una terminación en plástico brillante blanco para el volante y la consola central (siempre es así independientemente de la pintura exterior) y la pequeña selectora con tonalidad azul contrastan con la pantalla táctil de idéntico diseño a los Corolla y Hilux, aunque con una respuesta mucho mejor a la de los modelos regionales y coronado con un equipo de sonido JBL. La calidad del interior no es superior a los mejores ejemplos nacionales, aunque el encastre de las piezas distintas piezas es algo más esmerado.

El instrumental no ofrece cuentavueltas, pero entrega muchísimas informaciones, sobre todo las que están relacionadas con los distintos modos de conducción, qué motor está generando el movimiento de las ruedas y si la batería está en fase de recarga. Todo esto se maneja desde el volante, que permite navegar también por la computadora de a bordo y otras funciones.

Los distintos modos de conducción (para priorizar un manejo ecológico o deportivo) se seleccionan al costado de una selectora de moderno diseño, pero de un reducido tamaño que provoca que a veces hay que estirarse para pasar de Neutro a Drive o Reversa.

Debajo aparece una de las novedades de equipamiento de este Prius: un cargador inalámbrico de celulares que no es compatible con todos los modelos. El otro destacable es el Head Up Display de impecable visualización. Si no se ocupa el cargador, hay suficiente lugar para llevar objetos, pero tampoco sobran, ya que la guantera entre asientos ofrece apenas una bandeja al elevar la tapa.

Con esos dos elementos, las butacas calefaccionadas, los sensores de luz y lluvia, la cámara de retroceso y el equipo multimedia, el equipamiento de confort aprueba, aunque no hay techo corredizo o ayudas al estacionamiento, cosas que se van popularizando entre los medianos. En seguridad sucede algo similar, porque los seis airbags y el ESP cumplen, pero no hay extras que ya ofrecen los Cruze o Focus locales, como el mantenimiento de carril.

La posición de manejo es agradable. El volante, de doble regulación queda siempre algo bajo, pero como la butaca también regula en un amplio rango, sólo los más altos podrán encontrar alguna limitación en este sentido. Atrás hay lugar suficiente para dos ocupantes, pero no para un tercero por una butaca dura y un ancho que no es de los más amplios.

Como vimos, el largo del Prius garantiza un baúl similar al de los tricuerpo y mucho más amplio que el de un dos volúmenes: llega a 502 litros (una cifra que creció gracias a la reubicación de las baterías) y debajo aparece una rueda idéntica a las titulares.

Lejos de las cifras, el manejo del Prius poco se diferencia de un modelo tradicional. Superado el hecho de que no emita sonido al pulsar el botón de arranque y al rodar hasta que el naftero hace su ingreso, el híbrido se comporta sin grandes cambios. Lo más llamativo es que la respuesta del acelerador en los tramos urbanos es inmediata, luego la conducción es la habitual. Allí mucho tiene que ver el recalibramiento de la dirección (más comunicativa y precisa), la nueva plataforma (que le confiere un desempeño dinámico que aprueba) y unas suspensiones que brindan alto confort de marcha en ciudad, aunque el despeje le juega malas pasadas en las cunetas.

Pese a que hay distintos tipos de manejo que priorizan el uso del motor eléctrico (siempre y cuando las baterías estén lo suficientemente cargadas) o una conducción algo más deportiva, lo mejor es que el conductor del Prius no tiene que preocuparse más que por cuánto combustible tiene en el tanque que siempre obtendrá consumos miserables sea cual sea su modo de conducción. Si hubiera alternativas Diesel equivalentes estaríamos ante otro escenario, pero ante los nafteros no hay ecuación que lo supere en términos de consumo.

Como cualquier importado de los que mencionábamos arriba, el Prius, a 39.800 dólares, es bastante más caro que un mediano regional full. No tiene ni la calidad ni las prestaciones que puede entregar un A3, un Serie 1 o un Clase A, pero si se quiere estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías (incluido un llamativo diseño), el Prius ya no es inalcanzable como antes.