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Renault Kwid Test Drive

El Kwid volvió al mercado y lo manejamos durante varios días para contarte todo lo que necesitas saber de uno de los autos más baratos del momento.

Renault Kwid Prueba (3)

Qué necesaria fue la vuelta del Kwid. Pero no necesariamente por el producto en sí (de eso hablaremos en esta prueba), sino porque de alguna manera le vuelve a dar un shock de adrenalina a una franja del segmento que estaba en el éter, a la espera de este estímulo para seguir dando pelea y ser alternativa y opción a quien busca su primer auto.

Breve línea temporal del modelo: llegó en 2017 y fuimos hasta Mar del Plata para el evento de presentación. Por iniciativa de la marca nos volvimos manejándolo y, obviamente, nos lo quedamos una semana. Cuatro años después de ese mojón, el Kwid no se tomó más ningún camión hacia Argentina y empezó el ocaso del segmento A en nuestro país.

Con las nuevas reglas del mercado (cómo estaría la coyuntura que antes trajo el eléctrico), Renault retomó su importación con muchísimas expectativas, y nosotros lo manejamos durante siete días con algunos cambios respecto del último que había pasado por auto test.

Lógicamente, la gran novedad más allá de la vuelta pasa porque durante este tiempo el modelo se renovó estéticamente en Brasil, donde se produce: los cambios los paladeamos con el E-Tech y, en mi opinión, son muy acertados, con el distintivo look de las ópticas rasgadas y bipartidas (me choca un pelín la asociación LED-halógenas) y algunos otros detalles. Pero sin la incorporación, para mí, de uno de los estandartes de Renault hoy en día, que es el nuevo logo de la marca.

Puertas adentro, es casi el mismo Kwid que ya conocíamos pero con algunos cambios. El volante, a diferencia del E-Tech, se mantiene con tres rayos y el tablero sufrió una importante y, a mi gusto, cuestionable renovación que deja atrás los indicadores analógicos por unos digitales similares al chino y de un diseño y funcionalidad que no es de mi agrado. Tampoco soy fan del botón de menú del tablero, poco intuitivo y hasta inseguro.

Renault Kwid outsider interior

El otro gran cambio se da en la zona multimedia, con una pantalla de ocho pulgadas (+1”) que cuenta con las conexiones esperables, una buena respuesta táctil y una bienvenida perilla de volumen que facilita sustancialmente una tarea mundana. No quiero dejar de mencionar que se reubicaron las tomas de carga USB tipo A y auxiliar en la zona inferior de la consola que, de paso, suma un mini easter egg con la silueta del benjamín del rombo engalanando ese sector.

Con inalterados 2,42 metros entre ejes, el Kwid no es un canto a la habitabilidad, pero sí van a entrar dos amigos o pasajeros de turno y el baúl está bastante bien con aceptables 290 litros que, como siempre decimos, si lo comparás con el hatch B más vendido, tiene 21 más. Creo que nadie se va a comprar un A por espacio, pero sí es bueno tener las referencias por si toca llevar familiares o amigos.

A la hora del equipamiento, para el lanzamiento Renault dispuso una sola versión y, un par de meses después, en abril, sumó la Outsider, otra que supo venderse en la primera etapa del Kwid en Argentina. Aprovecho y hago un paréntesis, porque con la llegada del Outsider hubo algunos retoques en el Iconic también: sumó 2 parlantes en las puertas traseras, espejos retrovisores con línea amarilla citrón (amarilla fluo), puerto USB C en reemplazo de la mencionada toma 12V, insignia “Iconic” en parrilla frontal y nuevos stickers en las puertas. Ah, y sumó un nuevo gris a la paleta de colores.

Dicho esto, el Bitono está equipado con cuatro bolsas de aire, control de estabilidad, monitoreo de presión de neumáticos, ajuste eléctrico de espejos (en este segmento no lo damos por hecho) y cámara de visión trasera como lo más destacado en una franja del segmento que, obviamente, no se caracteriza por ser la panacea de la dotación.

Renault Kwid Prueba 1

Por supuesto, uno de los puntos más interesantes es su confort de marcha. El Kwid es un animal urbano y se siente muy a gusto cuando atraviesa la urbe. El modelo, en términos mecánicos, está claramente pensado para ser un daily hecho y derecho. La calibración de las suspensiones, la dirección recontra sensible, el jugoso caucho 165/70 14 y su motor están pensados primordialmente —y no exclusivamente— para ir y volver a casa.

Digo esto porque, naturalmente, vas a poder salir a la ruta con el Kwid (todavía estoy sorprendido de la cantidad de gente que le dice Kiwi, K-Wid, Kiwid y derivados), aunque obviamente siempre prestando atención a los vientos cruzados y no hacer locuras en las curvas. Pese a que una de las diferencias sustanciales con el que probamos en 2017 es que este tiene control de tracción gracias a la ley implementada en 2018.

Dejando de lado parcialmente las cifras, las sensaciones del motor son muy buenas, pese a que nominalmente son apenas 66 CV. Es un segmento que no se caracteriza por motores briosos y estamos de acuerdo y en paz con eso, ya que buscan la máxima eficiencia posible. A modo de vistazo, el Fiat Mobi tiene un cuatro cilindros de 70 CV y, aunque alguno me salte al cuello, el Kwid E-Tech se despacha con 65 CV pero un torque plano y constante de 113 Nm (el térmico se queda en 93 y en la zona alta del cuentavueltas). La caja, exclusivamente manual de cinco, hace girar algo enroscado al motor y con recorridos lógicos para un vehículo de este segmento.

Renault Kwid Prueba 2

Donde anduvo muy mal, incluso peor que en 2017, fue en la frenada, con preocupantes 44,7 metros para detenerse de 100 a 0, casi un metro más que hace algunos años.

Escribo esto a fines de mayo, seguramente con algunas pocas horas restantes de un precio de lista de 19.120.000 y probablemente la última vez que veamos un “1” comandando el PVP. La buena noticia es que Renault viene haciendo campañas con Mobilize, su compañía financiera y, por lo menos en mayo, tuvo tasa 0 % en 18 meses financiando hasta $10.000.000, por ejemplo. Habrá que ver con qué se despachan en junio.

Así las cosas, Renault vuelve a apuntar sus cañones al segmento A, una franja del mercado que, a causa de ridículas medidas restrictivas, alejó a los argentinos de su primer cero durante mucho tiempo. Con una gama que de a poco va fortaleciéndose con opciones térmicas y hasta eléctricas. De a poquito, todo se va acomodando y el Kwid es un gran móvil para volver a popular el, valga la paradoja, uno de los segmentos más populares.

A favor

A favor 1
A favor 2

En contra

En Contra 1
En Contra 2

Consumo de combustible

En los consumos logramos bajar algo los valores circulando a velocidades constantes. A 100 y a 130 nos pidió un promedio de 4,8 y 7,2 litros cada cien kilómetros, cifras que en 2017 fueron de 5,8 y 7,9 respectivamente. Nada mal, ¿no? Donde por ahí se nos fue un poco la patita fue en ciudad, con promedios de 8,3 contra los 7,4 de hace algunos años, posiblemente desoyendo los consejos del indicador de cambio de marcha. De todos modos, viendo los números, queda claro que el consumo del Kwid es realmente miserable.

Consumo (L/100km) AutonomÍa (KM)
100 km/h 5,8/655
130 km/h 7,9/481
Ciclo urbano 8/475
Promedio 7,4/513

Aceleración, recuperación y frenada

Ya que mencionamos el bloque mecánico, obviamente le hicimos las pruebas de performance y de consumo, características que su comprador seguramente tendrá muy en cuenta.

No hubo cambios mecánicos porque, recordemos, este es un restyling y no suele haber novedades sustanciales. Aun así, y como es nuestro metier, lo sacamos a la pista del Autódromo de Buenos Aires como para renovar los registros que teníamos de las pruebas que hicimos hace ya unos largos años, y la realidad es que casi no hubo cambios en las cifras de aceleración: apenas le bajamos una décima en el cero a cien, registrando 14,7 segundos.

ACELERACIONES
0-100 km/h 14,8 segundos
0-400 metros 19,5 segundos
0-1.000 metros 36,5 segundos
FRENADA
60-0 km/h
100-0 km/h 43,9 metros
130-0 km/h

Ficha técnica

MOTOR
Tipo Naftero
Configuración Delantero transversal
Cilindrada 999 cm3
Diámetro por carrera S/D
Distribución Correa dentada
Inyección Indirecta
Compresión S/D
Potencia 66 CV a 5.500 rpm
Par máximo 93 Nm a 4.250 rpm
TRANSMISIóN
Tracción Delantera
Caja Manual de cinco marchas
CHASIS
Suspensión delantera McPherson
Suspensión trasera Eje rígido
Frenos Discos ventilados adelante, tambores atrás
Dirección Con asistencia eléctrica
Diámetro de giro 10 metros
Neumáticos 165/70R14
CARROCERÍA
Hatchback Cinco puertas, cinco plazas
Peso 801 kg
Tanque 38 litros
Baúl 290 litros
Largo / ancho / alto 3.680/1.579/1.481 mm
Distancia entre ejes 2.423 mm
Trochas S/D