En el interior las novedades son menores y prácticamente se centran en un nuevo sistema multimedia con pantalla táctil (de buena reacción e intuitivo) de siete pulgadas; desde ella se accionan la totalidad de funciones de música, internet, telefonía, datos de la computadora de a bordo (consumo, kilometraje y autonomía) y navegación. Además, tiene la función Mirror Screen, compatible con las tecnologías Apple CarPlay, MirrorLink y Android Auto. Otro detalle que puede pasar desapercibido es que, si bien el panel de instrumentos tiene la misma configuración de dos agujas y un display digital con tipografía noventosa en color blanca (antes naranja), ahora exhibe un especie de estrella pintada decorativa.

Con respecto a las dimensiones, mantiene las mismas que antes, y con una distancia entre ejes de 2,65 metros, su habitabilidad está asegurada: cuatro adultos de contextura grande se pueden ubicar perfectamente, y un eventual quinto pasajero gozara de cinturón de tres puntos y respaldo. Y, hablando de estos últimos, ninguno es el de tipo coma, por lo que pueden interceder con la visión hacia atrás, aunque su luneta es amplia y, además, cuenta con sensores de estacionamiento trasero.

A pesar de no tener aislante en el capó (síntoma de low cost), está bien insonorizado, y solo se percibe un claqueteo desde afuera típico de muchas mecánicas diésel.

La posición de manejo es buena (volante de doble reglaje y butaca con regulación de altura), aunque algo elevada, y la pedalera es muy cercana.

Dentro de su equipamiento de confort solo se puede decir que le falta cámara de marcha atrás (disponible en la versión Shine 1.6 naftera), techo solar y one touch. En cuanto a seguridad, se destaca con frenos con ABS, cuatro airbags, ganchos Isofix y control de estabilidad, de hecho, junto al 301 y Ford Fiesta (4P), es de los únicos que pueden decir que tienen este elemento de serie.

La buena noticia para los que prefieren las mecánicas diésel, es que el C-Elysée sumó una variante con este tipo de combustible. Se trata de un propulsor que desde las 1.750 rpm ya tiene disponible un torque de 23,5 kgm (el turbo dispara rápido y se nota), una cifra que le basta para moverse con soltura y con cierta reacción cuando se lo exige. Se trata de un vehículo equilibrado con suspensiones que en ciudad copian irregularidades de forma confortable, mientras que en ruta es dócil en lo recto y solo manifiesta alguna inclinación de carrocería en curvas veloces. En el peor de los casos, el control de estabilidad/tracción entrará en acción, aunque tuvimos que exigirlo bastante para que se encienda el testigo en el tablero. En cuanto a la dirección, posee asistencia eléctrica precisa y directa, lo que cierra un conjunto que lo transforma en un auto correcto en su andar, ya sea en un viaje o en uso urbano diario.

Sus performances son buenas, pero domésticas, poco tiene del C-Elysée tricampeón mundial de WTCC con José María “Pechito” López, pero seguramente este HDi pueda andar mucho más tiempo sin ir a “boxes” a repostar combustible.