Al igual que la mayoría de modelos de la marca que se vendían en nuestro mercado por aquellos años, el primer Volkswagen Polo que llegó a la Argentina era un auto noble y fiel que en general sólo dio satisfacciones a sus respectivos usuarios. Claro que en la actualidad es muy difícil encontrar una unidad de esas primeras unidades en buen estado de conservación, aunque hay algunas excepciones.

En este caso, la gente de @retrovintagephotos halló el ejemplar que ilustra esta nota, de color rojo y en impecables condiciones producto de su kilometraje: 37.000 kilómetros para esta unidad del año 97/98, es decir que acumula más de 24 años de antigüedad sobre el lomo.

Respecto de este ejemplar en particular, pertenece a una de las versiones menos equipadas que ofrecía el Volkswagen Polo en el mercado, algo que evidencian las tazas plásticas por fuera, entre otros elementos. Dentro de su dotación podíamos encontrar dirección hidráulica y estéreo con pasacassette, aunque existían versiones más equipadas que llegaron a tener hasta techo corredizo.

La gama de motores en el Volkswagen Polo estaba compuesta por un naftero y un gasolero, aunque luego se irían sumando alternativas con el tiempo. En este caso se trata del conocido 1.6 con inyección multipunto, un propulsor de los más confiables del mercado que desarrollaba unos 90 caballos de potencia y se combinaba a una caja manual de cinco velocidades.

Como decíamos al comienzo, la mayoría de los Volkswagen Polo de esta “camada” cayeron en las manos equivocadas y hoy en día circulan por la calle como pueden. Sin embargo, a veces nos topamos con ejemplares que fueron muy bien conservados, quizás por una cuestión de apego al auto o simplemente por falta de uso. De cualquier forma, da gusto encontrar un auto en estas condiciones.

El Volkswagen Polo en Argentina

A mediados del 95 llegaba importado de España este sedán que compartía diversos componentes con el Seat Córdoba. Meses más tarde iniciaba su fabricación en el centro industrial Pacheco, compartiendo línea de montaje con el exitoso Gol de segunda generación, también conocido como AB9.

El Volkswagen Polo supo posicionarse de manera exitosa para atraer a quienes buscaban un auto correcto, con motorización confiable y buena habitabilidad, sumado a la posibilidad de un mayor volumen de carga frente a un hatchback del mismo segmento. Los motores eran 1.6 y 1.8 nafteros con inyección y también había un 1.9 diésel aspirado, que no descollaba en prestaciones pero sí en valores de consumo.

Más tarde llegaría el verdadero tope de gama, el Volkswagen Polo TDI con un 1.9 de 90 CV y equipamiento full, que por potencia ponía en jaque a modelos de segmento superior. Lamentablemente, en la actualidad prácticamente no hay unidades en buen estado con esta motorización.

Con el paso del tiempo el Polo fue recibiendo varios facelifts para ponerse al día y el último lo tuvo en 2007, con un profundo cambio de trompa que lo emparentaba con el Seat Córdoba que se había lanzado unos años antes. Por su parte, el interior también tuvo una marcada evolución frente a las primeras unidades de mediados del 90.

Finalmente, el nombre Polo regresaría en 2016 con un sedán importado de India que pasó sin pena ni gloria por nuestro mercado, aunque en 2018 Volkswagen apostaría por el Polo de última generación para fabricarlo en Brasil y así importarlo a la Argentina -por primera vez en carrocería hatch- manteniendo la versión sedán, aunque en este caso con otra denominación.