Volkswagen anunció que durante mayo suspenderá la producción de los modelos Vento (o Jetta) y Tiguan. Ambos exponentes de la marca alemana se fabrican en la planta de Puebla, y según el sitio Motor1 la pausa será alternada entre ambos modelos, con una duración de 10 días en el caso del sedán, y 16 para el SUV. Con el Taos, que también se produce en esas instalaciones para el mercado norteamericano, no habrá una suspensión.

La decisición tomada por la filial azteca de la marca alemana se debe a la falta de semiconductores, un problema que está afectando a la totalidad de la industria. Los semiconductores son materiales que sirven para fabricar compuestos electrónicos como los chips que procesan y almacenan datos. Están integrados a muchos dispositivos como autos, aviones, redes informáticas, etc.

Por su parte, según el portal Automotive News, para los ejecutivos del grupo Volkswagen la escasez de chips continuará aumentando, y eso obligará a más de un fabricante a detener la producción, lo cual será un desafío teniendo en cuenta el contexto actual por la pandemia de coronavirus.

Tanto el Vento como la Tiguan podrían tener una actualización en los próximos meses, aunque por el momento no se sabe si esta pausa en la producción afectaría la llegada de esos cambios. Su debut estaría previsto para el tercer trimestre de este año.

Por su parte, en Argentina el Vento se ofrece en una única versión Highline con el motor 1.4 turbo de 150 CV, a 4.261.800 pesos, mientras que la Tiguan se comercializa en dos variantes con motores nafteros de 150 y 220 CV, y valores que oscilan entre 4.558.850 pesos y 6.736.400 pesos.