Una vez más, la madre de la criatura fue Hennessey que le puso su firma a uno de los autos más lindos del mercado mundial y, para estar a la altura de las circunstancias, le empezó a meter mano y fierros para tener una planta impulsora acorde.

La lista de mejoras es impresionante: componentes internos forjados, dos turbinas, válvulas blow off, intercooler, sistema de admisión de aire mejorado, escapes de acero inoxidable y una necesaria reprogramación para que todo ande afinado como un violín.

¿El resultado? 912 caballos que entrega a 7.400 RPM. Por supuesto que los muchachos de Hennessey lo sacaron a la pista y registraron las cifras del misil alemán: 0-100 en apenas 2,6 segundos y el cuarto de milla (400 metros) en 9,8 segundos. La máxima, 233 km/h.

A modo de referencia, el V10 de serie necesita algo más de 3 segundos para alcanzar los 100 km/h y tiene una máxima de 331 km/h (aunque está limitado). El bloque es un 5.2 aspirado de “apenas” 620 CV, es decir, casi 300 menos que el del video.

Si, como nosotros, te imaginaste que el R8 es indomable en el día a día, la preparadora dice que el auto es como un R8 normal hasta que “el boost aparece”. Lamentablemente, en términos de precio, Hennessey no detalló cuánto vale este kit de potenciación.

Lo que sí queda claro es que el HPE 900 (así lo denominaron, por cuestiones lógicas de potencia) puede dejar mal parado a más de algún superdeportivo estándar. ¡Mirá el video!