La historia de la Ford Ranger en nuestro país inició a mediados de la década del 90, cuando llegaron desde Estados Unidos las primeras unidades de esta pick up que buscaba conquistar el segmento mediano, en una época donde reinaban las full size. A casi dos años de su debut, Ford comenzó la producción de Ranger en la planta Pacheco, lugar donde todavía hoy se fabrica.

Como sucede con otros modelos, a lo largo de los años Ford logró mejorar su pick up mediana y en este caso nos encontramos con una unidad que pertenece al penúltimo rediseño que tuvo esta generación, previo a la llegada de la conocida T6 en 2012.

Es una Ford Ranger del año 2006 que se encuentra exhibida en el concesionario de usados @automilano.ar, ubicado en Pilar. Respecto de la versión, se trata de una XL 3.0 turbodiésel con tracción 4×4, pero lo interesante es el kilometraje que acusa su odómetro: 32.000 kilómetros, algo que queda evidenciado en el estado de la carrocería pero, sobre todo, por cómo está el interior, un sector puede aparecer síntomas de maltratos y castigos.

Es que esta generación de Ranger y sobre todo sus versiones más básicas se caracterizaron por su rusticidad pero también su robustez estructural, una característica que convirtió a la Ford Ranger en una de las preferidas para el campo. Además, fueron varias las empresas mineras y petroleras que la eligieron para conformar sus flotas.

Si hablamos del motor, es un 3.0 turbodiésel de cuatro cilindros que recibía la denominación Power Stroke y declaraba 163 CV de potencia, que convertían a la Ranger en la pick up más potente del segmento junto con la Hilux. Sin embargo, el bloque de la chata de Ford hacía la diferencia con un mayor torque de 38,7 kgm. Por el lado de la caja era una manual de cinco velocidades con un selector arisco pero una probada confiabilidad y robustez. La tracción podía ser 4×2 o 4×4, aunque no había ningún tipo de ayudas electrónicas como bloqueos ni controles de tracción y estabilidad.

A su vez, esta línea de Ranger presentada en 2005 modificaba algunos aspectos de la suspensión trasera, donde se reemplazaron y modificaron un total de 45 piezas. Gracias a un cambio en la geometría y ubicación de los amortiguadores, la pick up ganó estabilidad y mejoró su comportamiento en asfalto.

Respecto del equipamiento queda claro que se trata de una versión de trabajo y por eso la Ranger XL está despojada de todo tipo de elementos de confort y seguridad (nada de levantavidrios eléctricos, airbags ni climatizador automático). Todo está pensado para durar y ser resistente, algo que el usuario del campo siempre supo valorar. Además, en esta época las pick ups todavía no eran los vehículos que son ahora y ni siquiera en sus versiones tope de gama de destacaban por su equipamiento.

Te preguntarás cuánto piden por esta impecable Ford Ranger y la respuesta es 14.900 dólares, según la publicación del concesionario. Cara o barata, creemos que si estás buscando una pick up resistente con tracción 4×4, un motor potente y una probada confiabilidad, esta unidad podría valer la pena.