El segmento de los medianos fue una de las primeras “víctimas” ante la irrupción en el mercado de una silueta llamada SUV. Y aunque fue y es claramente un fenómeno mundial, en Argentina fuimos testigo de cómo la franja de medianos fue perdiendo protagonistas con el tiempo, incluso varios que eran producidos por y para argentinos.

Personalmente no tengo ningún odio hacia los SUV, pero debo confesar que para mi cabeza son vehículos que nunca podrán reemplazar todo lo que un mediano tiene para ofrecer. Desde el diseño más atractivo (hablando de los hatch), hasta un desempeño dinámico superior, sumado a un motor potente con prestaciones y consumos acordes.

Por eso, en esta oportunidad me tomé el atrevimiento de hacer un repaso (¿homenaje?) por los últimos medianos que se comercializaron en nuestro mercado, pero haciendo hincapié en los que se fabricaron acá, por una cuestión industrial y para destacar que cuando los argentinos queremos lograr algo, podemos cumplirlo.

Citroën C4

Por orden alfabético, paradójicamente arranco con uno de los últimos en retirarse. En 2007 Citroën apostó por el país y gracias a la unión de PSA comenzó a fabricar una versión sedán del C4 europeo sobre la base el 307. Aunque los resultados comerciales no acompañaron, el auto tenía grandes atributos apoyados fundamentalmente en la amplitud del habitáculo, digna de un segmento superior.

Tiempo después llegó el hatchback con diseño europeo, que cautivó al público joven y saldó la deuda de estilo que padecía su hermano tricuerpo. La línea de tiempo del C4 nacional continuó hasta 2013, cuando inició la producción de la nueva generación (en este caso solo sedán) llamado C4 Lounge, con un diseño que presentaba una gran evolución respecto de su antecesor.

Esta generación recibió un rediseño estético en 2018, que sirvió para mantenerlo vigente hasta el año pasado, cuando la marca anunció su retirada de la línea de montaje de El Palomar para cederle el lugar al exitoso y moderno Peugeot 208 construido sobre la plataforma CMP.

Ford Focus

Qué decir del Focus, quizás uno de los autos más extrañados por la redacción de auto test, me atrevo a decir. Comenzó su producción local en 1999 para reemplazar al exitoso Escort y rápidamente se convirtió en uno de los preferidos del segmento C. Con dos siluetas y diseño atractivo, sus pilares fundamentales eran su calidad, el equipamiento y el equilibrio de suspensiones.

En 2008, la marca realizó una importante inversión en la planta de Pacheco para comenzar a fabricar la segunda generación, que trajo consigo un gran avance tecnológico y de arquitectura, aunque el pobre equipamiento de seguridad fue su talón de Aquiles. Igualmente el modelo fue un éxito y supo conservar (y mejorar) las virtudes de su antecesor.

Llegamos así al año 2013, cuando Ford una vez más apostó por la globalización de sus modelos e inició la producción local del Focus III. Acá si había una marcada evolución en equipamiento, calidad y tecnología, conservando el aspecto con la solidez que siempre caracterizó al Focus en todas sus generaciones. Finalmente se despidió en 2018 (había tenido un rediseño en 2015), dejando un vacío muy grande en quienes todavía prefieren un mediano por sobre un SUV.

Peugeot 308 y 408

Al igual que el Citroën, los modelos de Peugeot también fueron discontinuados recientemente, aunque el cese de su producción había sido anunciado por la marca a mediados del año pasado.

Sobre la base de la plataforma del 307, la marca del león logró producir en el país (tras una importante inversión) un mediano que compartía diversas características con el modelo europeo (hablando del hatch) con el complemento de una versión tricuerpo que llegaba para redimirse tras el pobre resultado que dio el 307 sedán.

Así, los 308 y 408 ocuparon la franja de medianos de Peugeot durante varios años en Argentina, con resultados comerciales más favorables para el bicuerpo que para el sedán, lógicamente. Tras un rediseño en 2016 que los “acercó” estéticamente (compartían la trompa), continuaron su camino hasta la actualidad, y finalmente desde este mes dejaron de figurar en las listas de precio de la marca francesa.

Renault Fluence

En 2010, la fábrica de Santa Isabel en Córdoba celebró sus 55 años de vida con una renovación que incluyó una inversión de más de 500 millones de pesos. Así se preparaban las instalaciones para recibir a un flamante mediano nacional llamado Fluence, que había sido presentado en el Salón de Frankfurt un año antes.

Estaba claro que el Fluence no era otra cosa que el Megane III en versión sedán, aunque con otra trompa y algunas diferencias en el interior. De esta forma, Renault volvía a producir un mediano en el país, tras un breve parate producto de que el Megane II llegaba desde Brasil.

Pese a que era un producto con varios puntos para destacar (habitabilidad, motor, equipamiento y calidad), el Renault Fluence nunca logró posicionarse de manera exitosa en el segmento mediano de sedanes, perdiendo la pelea frente a rivales de aquella época como Toyota Corolla, Honda Civic, Citroën C4 Lounge, VW Vento, entre otros. En 2018 se despidió finalmente del centro industrial cordobés, dejando vacía la oferta de medianos de la marca en Argentina.