El último tramo del viaje, siempre en dirección sur hacia Roma, es entre Pisa y Roma. Pero no voy a ahondar en detalles sobre el road trip, sino que ahora te cuento qué trae este Kona.

La versión evaluada corresponde al nivel Style, uno de los más top de la gama. Por fuera, se destacan unas llantas de aleación de 18”, cuenta con faros Full LED y antiniebla adelante y atrás (el grupo es muy similar a algunos Citroën), y la carrocería es del tipo bitono, con unas barras portaequipajes bien disimuladas.

En el interior la calidad de materiales es buena, con algunas superficies levemente mullidas, y algún que otro plástico duro. Los tapizados de las butacas son en cuero, como también el del volante, y en todos los casos hay costuras en color naranja. Este mismo tono se encuentra en las salidas de aire, y en el consola central.

Atrás dos adultos entrarán cómodos, pero el que ocupe la banqueta central tendrá un respaldo que oficia de apoyabrazos y posavasos cuando está libre, y el túnel de transmisión se eleva un poco por encima del suelo. Conclusión: si va a ocupar ese lugar durante unas horas, habrá que solidarizarse con esa persona e ir rotando.

El baúl es de 361 litros, algo acotado en comparación con los baúles de los Renault Captur y Honda HR-V (437 abos lts.), Nissan Kicks (432 lts.), pero apenas más grande que el de un Peugeot 2008 (355 litros). Debajo del piso, un doble fondo con huecos para dejar pequeños objetos, y por debajo, un kit de reparación para el neumático.

En seguridad es donde más se destaca: siete airbags, ESP/ASR, y múltiples asistencias al manejo, como mantenimiento de carril, aviso de tráfico cruzado por detrás, sensores de ángulo ciego y fatiga y asistente al descenso.

Volviendo al road trip, el último tramo es por una ruta nacional y no estatal. Son 250 kilómetros de una vía  llamativamente llena de huellones y desniveles, muy similares a las que podemos encontrar en Argentina. Allí notamos algunas sequedades del sector trasero. Es que las suspensiones (barra de torsión atrás) son bastante más firmes que la de sus competidores, y el perfil bajo de los neumáticos tampoco ayuda a absorbes las imperfecciones del camino.

Tras una noche en Tuscania, un pequeñísimo pueblo situado a 80 kilómetros de Roma y cuyo centro histórico está rodeado de una fortificación medieval, emprendí el regreso a la capital italiana. El mismo coincidió con el horario pico, y otra vez tuve la sensación de estar en la amada Buenos Aires, donde también hay que ocupar un lugar “tirándole” el auto al de adelante, dejando de lado las cordialidades de otras naciones de Europa.

En ciudad, el Kona registró un gasto de 9,1 l/100 kms. Tampoco está mal para este tres cilindros, que en ciudad puede llegar a escucharse el particular sonar de los tricilíndricos.

¿Cuándo llega a la Argentina? El año que viene, pero mayores detalles se darán a conocer antes de fin de año, cuando se conocerán la o las mecánicas a llegar. Es que en Europa también se ofrece una versión diésel 1.6 de 136 CV 4×2 y 4×4, y una naftera 1.6 con turbo de 177 CV y tracción 4×4.

Lo que no me gustó del Kona, es la ausencia de auxilio alguno, sus suspensiones demasiado firmes, y la poca capacidad off-road, no solo porque es 4×2, sino también por unos neumáticos de bajo perfil.

En tanto, lo que más me gustó es su equipamiento general (más que nada el de seguridad), el comportamiento en ruta, y los niveles de consumos.