Mientras en Argentina todavía se especula con el comienzo de su producción en la planta de El Palomar, el Peugeot 2008 de segunda generación presentó un rediseño en Europa que refresca su imagen y mejora varios aspectos en cuanto a tecnología y motorización.

En términos estéticos los cambios son sutiles pero sirven para darle mayor presencia a una carrocería que ya de por sí era moderna (recordemos que se trata de un modelo lanzado en 2019). En la trompa se destaca un paragolpes reformulado que además incorpora las luces DRL, que ahora adoptan un formato similar al de otros modelos recientes como 408 y 3008.

Por su parte, de costado y en el sector posterior las novedades son menores aunque fáciles de distinguir: llantas de nuevo diseño (un tanto discutible) y faros que no modificaron su formato aunque sí su distribución interna.

En definitiva, un diseño que para el ojo argentino sigue siendo una novedad porque se trata de un vehículo que nunca llegó a nuestro mercado y que tal vez podríamos verlo a futuro, ya sea como modelo importado o nacional.

Para acompañar los cambios estéticos del nuevo Peugeot 2008, la marca también hizo hincapié en las motorizaciones. En Europa el exponente del segmento B cuenta con una gama que incluye motores nafteros y hasta una alternativa 100% eléctrica, que según Peugeot fue pionera en electrificación dentro del segmento.

Así las cosas, la versión que representó un 17% de las ventas del Peugeot 2008 en el Viejo Continente ahora incorpora un paquete de baterías más grande, con una capacidad de 54 kWh heredado del nuevo 308 eléctrico.

De esta forma, no sólo mejora la autonomía declarada (pasa de 344 a 406 kilómetros), sino que también incrementa la potencia a 156 CV, una ganancia de 20 CV extras. La única desventaja es que para la carga el sistema no admite más de 100 kW, lo que se traduce en una demora de 30 minutos para completar la carga de 0 a 80%.

Respecto de los motores nafteros, aparece la novedad de una versión que apela a la tecnología mild hybrid, es decir un híbrido suave que combina el conocido motor 1.2 turbo con un pequeño impulsor de 48 volts. En este caso la transmisión corre por cuenta de una caja automática de doble embrague y seis relaciones y la potencia combinada es de 136 CV.

Por último, la gama 2008 en Europa mantendrá dos alternativas 100% térmicas con potencias de entre 100 y 130 CV (siempre hablando del PureTech 1.2 de tres cilindros), que podrá combinarse a una caja manual de seis o automática de ocho.

Desde su lanzamiento hace cuatro años ya se fabricaron cerca de 700.000 unidades del Peugeot 2008 de segunda generación. Esta actualización se produce en la planta de Vigo, España, y saldrá a la venta cuando comience el verano europeo, en julio. La gama quedará conformada por tres versiones y cuatro motorizaciones, y se espera que para 2024 se sume una inédita alternativa híbrida. ¿Llegaremos a verlo finalmente por estos pagos?