El Ford Everest, un SUV que deriva de la pick up Ranger y tiene chances de ser fabricado en nuestro país, presentó una nueva versión en el mercado australiano. Se trata de la variante Wildtrak, una versión con un tratamiento estético especial que se complementa con el máximo nivel de equipamiento disponible para este SUV.

La versión Wiltrak ya había debutado en la Ford Ranger (todavía no sabemos si será parte de la gama que ofrecerá la pick up nacional) pero en este caso ahora también estará disponible en Everest, al menos en Australia, un mercado donde este tipo de siluetas goza de mayor popularidad que en nuestro mercado.

A diferencia de la versión Platinum que te mostramos hace unos meses, en este caso el Ford Everest Wildtrak tiene un tratamiento orientado a un uso más todoterreno. La trompa mantiene el clásico formato de la nueva Ranger con las ópticas en forma de “C”, la generosa parrilla (que en este caso elimina la presencia de cromados) y el listón doble transversal que de alguna manera “une” ambos grupos ópticos, que son de LED pero no tienen la tecnología llamada Matrix que equipa a otras variantes.

Visto de costado, el Ford Everest Wiltrak se distingue por las llantas de aleación de 18 pulgadas, la insignia que hace alusión a esta versión en la parte inferior de ambas puertas delanteras, las molduras en los guardabarros y por último los estribos, que como detalle tienen una parte pintada del mismo color de la carrocería.

Por último, en el remate no hay grandes diferencias respecto de otros Ford Everest. El detalle quizás más notorio es que las insignias (tanto la palabra “Wildtrak” como “4WD”) están pintadas de color negro brillante, haciendo juego con otros detalles de la carrocería. En síntesis, un aspecto un poco más guerrero frente a la lujosa Platinium.

Si vamos al interior, no presenta modificaciones en cuanto a la arquitectura general de la planta de a bordo y la presentación de los materiales. Mantiene un puesto similar al de Ford Ranger, y frente a otras versiones suma el detalle de las costuras de color naranja en varios sectores como los paneles de puerta, los tapizados y el volante.

Por el lado del equipamiento, esta versión cuenta con una dotación interesante tanto tanto de confort y seguridad, donde se destaca la presencia de butacas eléctricas con calefacción y refrigeración, techo solar panorámico, cámara de 360°, faros con tecnología LED (no Matrix como otras versiones) y un tablero digital con una pantalla de 8’’.

Bajo el capot el Ford Everest utiliza un motor V6 3.0 turbodiésel que hereda, lógicamente, de la Ranger. La potencia en este caso es de 251 CV con un torque de 600 Nm, que son transmitidos a las cuatro ruedas de forma permanente gracias a una caja automática de diez velocidades y un sistema de tracción 4×4 integral, a diferencia de otras variantes que en circunstancias normales son tracción simple, con la posibilidad de conectar la 4×4.

Así las cosas, el Ford Everest sigue ampliando su gama en los mercados donde es ofrecido desde hace unos meses. Mientras tanto, en nuestra región estamos a la espera de algún anuncio que implique su producción en la planta de Pacheco, donde se sabe que hay especulaciones al respecto sobre el inicio de su fabricación, aprovechando que la base (nueva Ranger) está.