El Renault 11 Turbo quedó en la historia de nuestra industria como el primer auto nacional impulsado por una motorización asistida por el tan preciado “caracol”. Su lanzamiento hace ya 36 años significó un verdadero hito para el mercado nacional, que en un contexto de pleno cierre a las importaciones tenía un auto de tintes deportivos con una motorización acorde.

Pero en esta oportunidad encontramos un ejemplar que nunca llegó a comercializarse (al menos de manera oficial) en nuestro país. Se trata del Renault 11 tres puertas, una silueta que se ofrecía en Europa pero que nunca se produjo en Santa Isabel. Las imágenes fueron aportadas por un seguidor de la página @automovilismodelrecuerdo, a cargo de nuestro amigo Leandro Barrientos.

El auto en cuestión es de color blanco (que tampoco ofrecía el 11 Turbo que se comercializaba en Argentina) y presenta un tratamiento estético similar al de aquellos ejemplares fabricados en la usina cordobesa que sólo venían en color rojo, negro y gris.

El aspecto exterior resaltaba mucho por las llantas de aleación, los faldones laterales, las calcos alusivas y un deflector delantero en el paragolpes, también llamado babero, que adoptaba dos faros auxiliares de color amarillo, una especie de símbolo de los autos franceses de aquella época. También colaboraba con un look más deportivo el despeje, que de fábrica tenía unos centímetros menos.

Puertas adentro sí hay cambios en esta unidad frente al modelo nacional, con una plancha de a bordo diferente, aunque los detalles característicos de la versión turbo se mantenían. En este sentido se destacan las butacas específicas, un volante deportivo de cuatro rayos (con la palabra ‘Turbo’ a un costado) y por último el tablero de seis agujas, que agregaba dentro del tacómetro el indicador de la presión del turbo.

Llegamos así al punto más destacado del auto: el motor. Se trataba del conocido 1.4 naftero que gracias a la incorporación de una turbina Garrett erogaba 95 CV, aunque en Europa luego llegarían versiones con más potencia para alcanzar primero 105 y luego 115 CV.

Más allá de las diferencias en la potencia, las sensaciones aportadas por el combo mecánico eran positivas y eso quedaba manifestado en las prestaciones. La versión nacional aceleraba de cero a cien en 11,8 segundos y alcanzaba 176 km/h de velocidad final, cifras para nada despreciables teniendo en cuenta que se trataba de un motor de baja cilindrada para la época.

En definitiva, quizás este auto les haya traído recuerdos a más de uno, o tal vez algunos ni lo conocían. Pero lo cierto es que el Renault 11 Turbo es una parte muy importante de nuestra historia y siempre es agradable encontrar una unidad en estas condiciones.