Una pequeña muestra de lo que implica la Toyota Hilux para el mercado argentino se puede analizar con los patentamientos del 2020: aún en el año más ciclotímico, irregular y extraño de la historia, la pick up de Toyota terminó como el vehículo más elegido por los argentinos, a 4.000 unidades de su inmediato perseguidor y a casi 7.000 de la segunda chata mediana más vendida.
Workaholic
Nuestra primera idea fue llamar a nuestros amigos de la revista La Moto para ponernos a disposición de alguna marca que esté en el país y que necesite un poco de trabajo de logística. Inmediatamente nos pusieron en contacto con el Grupo Iraola, que está radicado hace años en el país. La historia del grupo se remonta a 1969 cuando comenzaron a fabricar amortiguadores en Venado Tuerto. Medio siglo después estábamos tocando el timbre de su predio en La Reja, Buenos Aires, donde inauguraron en 2012 un centro logístico y sus oficinas administrativas.
Después de la presentación de rigor y bajo un severo sol estival, la primera misión consistió en hacer unos movimientos internos entre alguna de las naves que tiene en el predio.
Con el portón bajo y algunos zunchos para la ocasión esperamos atentos la llegada del autoelevador con el que subimos una Kymco X Town 250, un maxiscooter que se vende en nuestro país desde 2018. La caja de la Hilux tiene una longitud de 1,48 metros por 1,52 de ancho y 480 de alto con lo cual una parte nos quedó “afuera”.
La moto mide 2,25 metros de largo y 1,38 de alto y tiene un peso aproximado de 180 kg por lo que el traslado interno debió hacerse con el portón abierto. Atentos con esto, porque según las normativas, siempre que circulemos por nuestra red vial, las cargas generales no pueden sobresalir de la parte más saliente del vehículo (carrocería, guardabarros o punta de ejes) en que son transportadas o tampoco puede perturbar la visibilidad, afectar las condiciones de estabilidad y aerodinámicas del vehículo u ocultar luces e indicadores. Nuestra recomendación, ya qu epuede varar por distrito, siempre es consulta las regulaciones locales.
Bajo la atenta mirada de los operarios, que vinieron a conocer la nueva Hilux, el traslado de la Kymco fue con sumo cuidado y atención y naturalmente los menos de 200 kilos que pesa ni mosqueó a la Toyota, que tiene una capacidad declarada por fábrica de 1000 kilogramos.
Con un espacio original entre rueda y arco pasarrueda de 19 centímetros, tras posicionar la carga, el hueco quedó en 17, es decir, con paño de sobra por lo menos en lo que respecta a kilaje.
Cajas sueltas
La segunda tarea que nos asignaron fue llevar del centro de despacho a una nave de almacenamiento unas cajas de amortiguadores Corven. Allí, en una de las bocas de carga acercamos la Hilux (al milímetro gracias a su cámara de retroceso más sensores de estacionamiento delanteros y traseros) y maniobramos con los embalajes, que formaban un bulto de 102 centímetros de ancho por 138 de alto. Independientemente del peso, casi significativo, en este caso quisimos probar puntualmente la recalibración en la suspensión de la nueva Hilux.
En las versiones cabina doble, esto fue posible mediante a una nueva puesta a punto de los amortiguadores y elásticos. Las versiones SRX puntualmente incorporan nuevos amortiguadores de mayor diámetro (+6,7% vs generación anterior) con una configuración especialmente orientada al confort.
Pero si no tenés (o no estás buscando una SRX), la buena noticia es que no sólo la full recibió mejoras: todas las versiones se incorporaron bujes de nuevo diseño en la unión de elásticos con el chasis y se incorporaron nuevos montantes de cabina, que otorgan mayor rigidez lateral y permiten reducir el nivel de vibraciones transmitidas al habitáculo.
Con todos estos cambios en sus entrañas, además de sentir la pick up mucho más confortable en caminos sin pavimentar o cunetas y bocacalles, pudimos mover las cajas sin mayores inconvenientes y sin siquiera perder una en el trayecto.
Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.
Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».