Seguridad: cómo funciona el frenado autónomo de emergencia
Te explicamos cómo actúa uno de los dispositivos de seguridad activa más nombrados en el último tiempo. Enterate todos los detalles de un sistema que quizás no conocías.
El equipamiento de seguridad de los autos que se venden en Argentina siempre fue un punto crítico. Sin embargo, lo cierto es que en los últimos años se registró un gran avance al respecto, sobre todo si tenemos en cuenta que desde el 1 de enero de 2022 todos los vehículos que se vendan en Argentina deben contar con control de estabilidad (ESP) de serie.
Más allá de esto, también es cierto que en otros mercados del mundo (donde la tecnología aplicada a la seguridad es mucho mayor) existen dispositivos de seguridad que por ahora no son muy comunes o conocidos por la mayoría de los mortales. Por eso, en esta oportunidad vamos a tratar de explicar en líneas generales cómo funciona una de las ayudas a la conducción más “comunes”: el frenado autónomo de emergencia.
Decimos comunes porque, incluso en nuestro mercado, se trata de un dispositivo que está cada vez más presente en los segmentos inferiores, al menos en las versiones más equipadas de cada gama.
¿Qué son los ADAS?
Los sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS por sus siglas en inglés) son diferentes dispositivos de seguridad activa que pueden contribuir a evitar el accidente. De esta forma, mejoran sustancialmente la seguridad de un vehículo, ya sea por el hecho de evitar un choque o atenuar las consecuencias del mismo.
Cómo funciona el freno autónomo de emergencia
El freno autónomo de emergencia (AEB, por sus siglas en inglés) emplea diferentes cámaras, radares y sensores y permite detectar la presencia de un vehículo (o en algunos casos específicos, un peatón) que circula delante nuestro a menor velocidad, y en el momento que exista riesgo de colisión, el dispositivo emite una alerta al conductor. En caso de que este último no reaccione, automáticamente el sistema aplica toda la fuerza de frenado.
Cabe destacar que hay varios sistemas que se adaptan a diferentes condiciones de manejo. Por ejemplo, algunos vehículos poseen un freno autónomo que funciona hasta una velocidad máxima de 140 km/h, mientras que en otros casos el sistema sólo funciona en la ciudad.
En Argentina, este dispositivo cada vez más instalado en los autos del segmento inferior. En el caso del B, modelos como Peugeot 208, Nissan Versa, Volkswagen Nivus o Chevrolet Tracker, lo equipan de serie en sus versiones tope de gama. Eso es una buena noticia y significa que estos elementos de seguridad ya no son exclusivos de los autos premium.