Renault Alaskan Iconic 4×4: ¿la pick up más linda?
Día 1: Arrancamos un nuevo super test, evaluando el diseño de la flamante pick up de la marca del rombo producida en Argentina. ¿Es una Frontier con emblema Renault?
Con 5,3 metros de largo, la Renault Alaskan se destaca a simple vista y se diferencia de la Nissan Frontier (de la cual heredad mayoría de componentes). Más allá que es una cuestión meramente subjetiva, por lo general nos hacemos de un boca de urna entre conocidos y amigos y las cosas estuvieron peleadas esta vez, aunque el comentario que más se escuchó fue “es más vistosa que la Nissan”.
En mucho tiene que ver el capot musculoso y el enorme rombo como mascarón de proa que se ve complementado por los cromados y por unas nervaduras distribuidas a lo largo de la trompa que le imprimen mucho carácter. El resto de la silueta ya lo hemos visto en Frontier de la cual prácticamente no se despega más allá de las llantas de 18 pulgadas y la barra de San Antonio cromada que en esta unidad Iconic aporta componentes plásticos que pueden sufrir el embate de alguna carga pesada y que nos dejó algunas dudas en cuanto a calidad y diseño.
Puertas adentro también parte de la base de su prima-hermana, con materiales de buena terminación pero con algunos plástico mejorables en cuento a encastre. Solo el diseño del volante, con el rombo bien grande, y el de las contrapuertas remarcan las únicas modificaciones respecto a la pick up de la marca nipona.
Instrumental, plancha central y butacas en nada se diferencian. Los costos también marcan la tendencia en diseño, y más si las terminales pertenecen al mismo grupo. La Renault Alaskan continúa en esta línea, pero vale decir que el interior de la Frontier le queda muy bien.
Garantía de cinco años o 150.000 kilómetros
Periodista, egresado de DeporTEA en 2007. Ese mismo año ingresó a Motorpress Argentina para escribir en la web Auto Plus Digital y en 2009 pasó a escribir y probar autos para la edición impresa. Desde 2018 redacta y prueba para auto test web y papel y representa al medio en salones internacionales, eventos y lanzamientos de la industria automotriz a nivel nacional y regional.
Fanático del WRC, fue bastante ciclotímico con sus autos: primero tuvo un Suzuki Swift GTI, pasó por un Citroen Saxo, volvióa las siglas prometidas en un Seat Ibiza GTi y recaló en dos Peugeot 206 (uno francés y otro nacional) hasta que pudo cumplir el sueño de su vida de tener un Subaru Impreza turbo «azul con llantas doradas, como tiene que ser un Impreza».