Opinión: el Volkswagen Tera es la confirmación de que tu primer cero posiblemente sea un SUV
El mercado sigue virando a los SUV, pero, ¿a qué tipo de SUV y por qué no está mal que sea asi?
Como a veces digo tengo el privilegio de estar escribiendo esto en un camarote. No, no estoy en un barco (pero podría ser tranquilamente si alguna marca quisiera) sino en el Sambódromo Marqués de Sapucaí en Rio de Janeiro, Brasil, para una develación mundial. Una más, y eso también lo considero un privilegio: a lo largo de estos años pudimos -y pude- formar parte de esta suerte de mojones de la industria y del mercado, porque si hablamos de presentaciones mundiales quiere decir que estamos ante algún cambio de paradigma.
El develado en esta ocasión es el Volkswagen Tera que, para cuando leas esto, seguramente ya habrás visto en nuestras plataformas lo que se sabe -y lo que no- sobre este modelo, pero a medida que nos íbamos enterando de algunas cositas y conceptos que maneja la gente de Volkswagen, caí en la cuenta que el Tera viene a cementar una base que viene cocinándose hace un rato a nivel general.
No digo nada nuevo si detallo cómo el mundillo de los SUV fue ganando terreno. Mientras la gente de VW Brasil presentaba el Tera y todo lo que giraba en torno del nuevo modelo me fui unos años atrás, te diría antes del comienzo del milenio, cuando pensar en un SUV era hablar de las Explorer, Pathfinder o Discovery, entre otros señores nombres que surcaron la tierra por aquél entonces. Lo gracioso es que al día de hoy ese, más menos, es el mismo comentario que leemos en nuestras redes cada vez que hablamos de un nuevo SUV. Quizás va siendo momento, te lo digo y me lo digo, de flexibilizar y relajar un poco los conceptos que tenemos de la industria y sus segmentos: Volkswagen no tiene uno, tiene dos SUV casi solapados en el segmento B y acaba de presentar un tercero, ¿y ahora?
No tengo la respuesta a esa pregunta retórica pero sí estoy casi convencido de que el auto, como lo conocimos y lo conocemos puede empezar a mutar a un SUV. Que el SUV deje de ser el acrónimo de una “camioneta 4×4” y que el auto sea lisa y llanamente un vehículo con plásticos y apariencia 4×4.
El Tera, creo, es eso. Pero no lo digo despectivamente porque, como le comentaba a la gente de VW que pululaba por los pasillos del Marqués de Sapucaí (es inevitable que después de una develación se te acerquen con cara de orgullo a preguntarte ¿qué te pareció?), el auto me gusta y lo tendría, una señal que hoy por hoy, a casi 20 años de dedicarme a esto, tomo como una referencia inequívoca de que algo hicieron bien: es mi modus operandi y lo tomo como un llamado de atención porque no me pasa seguido.
Pero volvamos a la idea de un mercado SUVizado. El posicionamiento del Tera será, casi con certeza, por debajo del Nivus, o sea, por debajo del SUV B que ya estaba por debajo del otro SUV B (T-Cross). Y no me quedan muchos más escalones por debajo más que el Polo, que en algún momento supo ser el tercer escalón por encima de Up y Gol: mirá si no cambian las cosas. Salgamos un poco de Volkswagen y miremos a los costados: el Kwid y Renault totalmente desfachatados, se anuncian como el SUV de los compactos sin siquiera tener la versión Outsider en Argentina.
Entonces, creo humildemente que el mercado está llevando al reemplazo del auto tal y como lo conocíamos (pensemos en Ford, por ejemplo, que ya no tiene berlinas propiamente dichas). Pero también creo, y me digo y te lo digo, que es meramente una cuestión estética y de conceptos marketineros que entiendo que puedan molestar a algunos. Pensá por un momento, que es mucho más atractivo vender un SUV, con el concepto de aventura, de ir más allá y todo ese biri biri que de un Tera hatch, urbano y raso “para ir a laburar”. Si te agarraste la cabeza, pensá también que todo pasa, como decía Julio Humberto.
Me maree un poco, pero creo que lo pude poner en palabras: olvidate de ese concepto de SUV que tenés. Hago mención a un auto con diseño aventurero, capaz que un poco más levantado para nuestros caminos detonados y cargado de emotividad y significado, lejos del mundo de la reductora y demás galimatías, pero cada vez más cerca de ser la principal opción para quienes están arrancando la búsqueda de su primer auto.