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Opinión: manejamos el nuevo SUV Citroën basalt

Fuimos a Brasil a manejar el SUV Coupé de la marca, con motor turbo y una silueta particular que no admite grises: manejamos la variante tope de gama con caja automática y el bloque T200.

Citroen Basalt accion frente

Estos últimos años Citroën sufrió una reconversión total, para bien o para mal, respecto de su rol en el Grupo Stellantis. De ser la hermana colorida y tecnológica de Peugeot pasó, en palabras de la marca, a ser la “cool y popular”. Más allá de claims o eslóganes, Citroën estuvo los últimos años algo callada, a la espera de agotar el stock de la “vieja” Citroën, para darle paso a un proyecto integral denominado C-Cubo que arrancó con el nuevo C3 a fines de 2022 y unos meses más tarde fuimos nuevamente hasta Brasil para conocer el C3 Aircross, una nueva generación de un nombre archiconocido para los argentinos, que finalmente se lanzó hace algunos meses en el país.

Claro, hasta ahí todo bien: dos nombres y siluetas conocidas que sabíamos que evolucionarían a lo que finalmente se presentó. La incógnita pasaba por este tercer modelo, del que se sabía poco y nada hasta que empezaron a circular las mulas de prueba con un tercer volumen. Originalmente imaginado como un sedán por muchos de nosotros, finalmente Citroën develó un fastback o SUV coupé, una moda que de a poquito las marcas generalistas se fueron animando a desarrollar, con exponentes como justamente el Fiat Fastback o el Volkswagen Nivus.

Pero volvamos a Citroën y al Citroën. El Basalt fue denominado así por un GS Basalte, una edición especial bitono y con algunas cositas diferenciales de equipamiento de 1.800 unidades que se lanzó en 1978, y tiene como meta, creo yo, ser la alternativa a quien busca un SUV pero que quiere algo distinto a un C3 Aircross o menos “familiar”. El gran problema que tiene el Basalt, a mi juicio, es que dentro del grupo ya está el Fastback de Fiat, pero con una orientación mucho más jerárquica. Por eso, creo, todo va a depender del posicionamiento que, según adelantaron, será agresivo.

Citroen Basalt perfil

Pero a Brasil fuimos, además de conocerlo en persona, para manejarlo. Como suele suceder cada vez que viajamos a San Pablo, tuvimos el enorme privilegio de ponernos al volante de las novedades y esta no fue la excepción.

Ciudad y ruta

Obviamente que para salir de San Pablo primero hay que atravesarla. Pocas ciudades son tan exasperantes como la paulista: el tránsito es incesante y las motos son un enjambre de bocinas que pueden aparecer por cualquier lado. El Basalt, como buen hijo de la región, se comportó de manera excepcional en la ciudad, con una calibración precisa de resortes y una configuración de calzado con llantas de hasta 16” que le dan un confort extra y también lo separan del Fastback en uno de los sectores más críticos de estos modelos que pasa por el llenado de los pasarruedas. Ahí hay una diferencia con el italiano.

Citroen Basalt accion

No me quiero meter mucho en la silueta general del modelo, cada uno sacará sus propias conclusiones pero sí tengo claro que el cliente de estos “coupé” es alguien que busca específicamente esto. No soy superfan de estos diseños pero sí admito que hay que verlos en persona para sacar sus conclusiones. El Basalt está bien resuelto, y creo que es más atractivo que un sedán, razón por la cual se seguirán multiplicando los fastback y cada uno sabrá cuál elegir llegado el caso.

Citroen Basalt accion trasera

Así las cosas encendimos el T200 del Basalt y arrancamos para una estancia ubicada en las afueras de San Pablo. Como decía, en ciudad ni se inmutó y cuando salimos a las autopistas, se sintió bastante a gusto. Acá extrañé un poco los ADAS, ya que en esa  situación hubiera aprovechado el control de crucero adaptativo para ir manteniendo la distancia con el auto de adelante. La dirección es muy buena y siempre que pudimos jugar un poco con el pedal derecho el T200 respondió bien: insisto con la superioridad de sensaciones que entregan estos motores comprimidos pese a la resistencia que encontramos por lo general en los comentarios. Algunas cositas: el tablero digital tiene la data justa, y me costó encontrar el control de velocidad crucero, ubicado en una zona cuanto menos particular debajo a la izquierda del puesto de mando. De todos modos, ya llegará la prueba completa cuando se presente finalmente aquí.

Citroen Basalt interior

Pero definitivamente el punto alto del modelo es su doble doble: habitabilidad y baúl. El Basalt tiene una gruesa distancia entre ejes de 2,6 metros que permiten acomodar a tres pasajeros con relativa comodidad y un muy buen baúl de 490 litros que se queda algo corto respecto del producto de Fiat pero en comparación está muy por encima de lo que ofrece alguna alternativa del segmento B. No me terminó de cerrar tampoco la posición de los levantavidrios para las plazas traseras y sí me gustó la conocida central multimedia de 10” que es de serie incluso en las versiones menos equipadas, una decisión acertada de la marca.

Citroen Basalt baul

¿Off road?

Hasta ahí, porque es cierto que la llegada a la Estancia Capoada Itu fue sobre polvo en un camino bastante accidentado pero obviamente Basalt no tiene ningún tipo de asistencia a la conducción fuera del asfalto más allá de sus capacidades, que Citroën tuvo la deferencia de especificar: 208 mm de despeje y angulos de 21, 21 y 28, ataque, ventral y salida, respectivamente. Nobleza obliga mencionar también la buena performance de la climatización que Citroën (no sé cómo pero fue mensurada ya que en la presentación confirmaron que es la mejor del segmento) en una jornada extremadamente cálida y húmeda.

Y no mucho más que eso ya que todo lo que no te conté acá lo hicimos en un video extenso donde descubrimos prácticamente al mismo tiempo que vos el Basalt, la nueva apuesta de Citroën que llegará en algunos meses.