En la primera planta que instaló Volkswagen en Brasil hace 70 años hay un espacio llamado ‘Garagem’ –garaje en portugués-, un lugar que la marca inauguró el año pasado y que guarda varias unidades que son importantes para su historia en un perfecto estado de conservación.

Y dentro de esta colección que incluye modelos como Fusca (Escarabajo), Kombi y demás, hay un Gol GTI de primera generación impecable que capturó toda nuestra atención. Para el público argentino no es algo cotidiano encontrar un ejemplar de esta serie en perfectas condiciones y mucho menos que esté conservado como una pieza de museo.

En Brasil el Volkswagen Gol GTI tiene más seguidores que en Argentina y por eso es más común encontrar este tipo de unidades. Sin embargo, por lo que representó este modelo en particular para la marca nos pareció interesante dedicarle algunas líneas.

Si hablamos de la unidad en cuestión, tiene todos los detalles que venían de fábrica intactos: la pintura bicolor, el alerón en el sector trasero, las llantas de aleación, las molduras en el pilar B con el logo GTI en su base y hasta los faros auxiliares redondos que le aportan un look vintage espectacular.

Adentro de esta unidad no se nota el paso del tiempo (recordemos que es un auto con más de 30 años) y si hablamos del kilometraje, no es un vehículo cero kilómetro como otros que hay en el museo pero los 26.000 kilómetros evidencian que fue muy bien conservado.

Según nos dijeron en nuestra visita, hay más de 100 vehículos que están bajo propiedad de este museo. Algunos son cero kilómetro pero otros fueron utilizados como vehículos de prueba para determinadas tareas en la planta para luego ser conservados hasta el día de hoy.

Volviendo al Gol GTI, fue la primera versión deportiva de un auto que había nacido unos años antes como reemplazo del Escarabajo (incluso los primeros Gol utilizaban el motor refrigerado por aire). En su momento el Gol GTI fue todo un suceso ya que se convirtió en el primer auto con inyección de combustible en Brasil.

Bajo el capot estaba equipado con un motor que actualmente es considerado anticuado pero que en aquella época era el último grito de la modernidad. Cuatro cilindros, 2 litros de cilindrada e inyección electrónica de combustible que le permitía desarrollar 125 CV, potencia muy interesante para un vehículo que no superaba una tonelada de peso.

De esta forma, las prestaciones que obtenía el Gol GTI con este motor lo convertían en un verdadero ‘hot hatch’, con una aceleración de cero a cien en 10 segundos y una velocidad máxima de 173 km/h, cifras que hoy en día no son elocuentes pero que hace 30 años en un vehículo del segmento inferior eran algo que se destacaba.

En definitiva, un modelo con mucha historia que ya tiene su propio club de fans en varias partes de nuestra región y que Volkswagen se encarga de homenajear como corresponde. Otro dato que no tiene que ver tanto con el GTI sino con el Gol en general es que en el museo hay una unidad del primer Gol de la historia (el de motor Escarabajo) y del último, una versión limitada denominada Last Edition que se presentó en el país vecino para despedir como corresponde a uno de los autos más exitosos de la historia de la marca.