Esta historia podría considerarse un hallazgo único y tiene con qué. El auto en cuestión es un Ford Falcon Sprint, la versión más picante que se comercializaba en nuestro mercado del histórico sedán argentino. Esta unidad es año 1981 y presenta un estado y kilometraje únicos, algo muy raro de ver en este tipo de vehículos, que durante mucho tiempo fueron utilizados para andar “a fondo”.

La historia particular del Ford Falcon Sprint que ves en imágenes inició en 1981 cuando fue adquirido 0 km por su primer dueño, que lamentablemente falleció dos años después. Sus padres decidieron no vender el auto por una cuestión emocional y lo usaron hasta aproximadamente 1990, solo para viajar a Córdoba. Luego, el Falcon quedó guardado en el garaje de una casa, sobre cuatro tacos (para no deformar las cubiertas originales) y lo cierto es que recientemente volvió a ver la luz.

¿Cómo lo encontró su dueño actual? Gracias al Club del Falcon pudimos llegar hasta su propietario actual, Carlos, que nos mandó fotos, videos y nos contó un poco cómo llegó hasta él. Lo cierto es que mientras Carlos lavaba su auto (otro Ford Falcon Sprint, ver foto), alguien pasó y le preguntó dónde podía conseguir dos llantas de Falcon Sprint. En ese momento comenzó una charla que terminó con el hombre ofreciéndole a Carlos el auto, pero en ese entonces le aclaró que la unidad tenía 80.000 kilómetros.

Cuando Carlos fue a ver el auto, se encontró con otra cosa. El Falcon estaba guardado desde hacía más de 30 años, en un estado de originalidad y conservación inéditos, y lo más interesante era su kilometraje: el odómetro acusaba apenas 40.000 kilómetros, que según los expertos que están en el tema de clásicos argentinos, es prácticamente imposible encontrar un Ford Falcon Sprint 100% original con tan poco uso.

Luego de la negociación, Carlos fue a buscar el Sprint, le puso las dos cubiertas que faltaban (las tomó “prestadas” de su propio auto) y al Falcon se le hizo un mantenimiento de frenos, combustible, entre otros, algo importante para un vehículo que estuvo parado durante tanto tiempo.

El resultado, como ves en imágenes, es de un Ford Falcon Sprint completamente inmaculado que luce igual a como salió de la agencia de la marca del óvalo (conserva la chapita del concesionario) hace más de 40 años. Un hallazgo que merecía la pena ser contado.

Breve repaso por la historia del Ford Falcon Sprint

Los éxitos de Ford en la competición nacional contribuyeron al lanzamiento a mediados del 73 del Falcon Sprint, una versión que se metía de lleno en el nicho de los deportivos nacionales, enfrentando a un histórico rival, la coupé Chevy.

El Sprint utilizaba la base del Falcon Futura con el conocido motor de seis cilindros en línea y 3,6 litros, pero en este caso gracias a diferentes mejoras como el carburador doble boca, nuevo árbol de levas y nuevos múltiples de escape y admisión, la potencia entregada era de 166 HP.

De esta forma, el Falcon Sprint aceleraba de cero a cien en 10,8 segundos y alcanzaba una velocidad máxima que estaba en el orden de los 180 km/h. La transmisión, por su parte, corría por cuenta de una caja manual de cuarta con palanca al piso.

Estéticamente, los primeros Sprint llamaban la atención por sus franjas a lo largo de la carrocería (con el tiempo se eliminaron), los espejos en los guardabarros pero en una curiosa posición, y por último el catálogo de colores (el naranja quizás es el más llamativo y recordado).