A fines de 2006, Citroën lanzó al mercado argentino el C6, un modelo rupturista en todos los aspectos que venía a seguir el linaje de diseño de otros exponentes de la marca como el 2CV, el primer DS y también el XM. Debido a un precio sumamente elevado para la época, el C6 pronto se convirtió en un bien de lujo al que muy pocos podían acceder.

En esta oportunidad, gracias a la gentileza de la gente de @ventilacion_cruzada (vale aclarar que las fotos son de Darío Díaz) hoy te mostramos uno de los pocos Citroën C6 que hay en la calle, con una particular historia que te invitamos a conocer en la publicación del Instagram mencionado.

Pero yendo al C6, nadie podía negar que Citroën mantuvo toda su filosofía impuesta a lo largo de esos años. La trompa apelaba a un diseño simple pero a la vez elegante, con trazos fluidos que culminaban en un sector posterior que para algunos resultaba recargado, aunque no por ello dejaba de ser personal.

Además, una particularidad del modelo que lo diferenciaba de los rivales a los que la marca francesa apuntaba (Mercedes-Benz Clase E, BMW Serie 5 y Audi A6) era una caída de techo pronunciada tipo fastback, que le permitía adoptar un portón de apertura tradicional en lugar de la clásica tapa de baúl de los sedanes. Esta solución también la había incorporado el C5 de esos años.

El equipamiento del Citroën C6 incluía una interminable lista de opcionales. En febrero de 2007, hace 15 años, nuestro director tenía la posibilidad de probar una de las pocas unidades que existían en ese entonces, y resaltaba en la dotación la presencia de apoyacabezas activos, nueve airbags, asientos delanteros y traseros calefaccionados, faros de xenón y llantas de 18 pulgadas.

Uno de los puntos fuertes del modelo era su confort de marcha, cortesía de la suspensión inteligenteHidractiva 3+”, un sistema que Citroën venía implementando en el C5. En el caso del C6 se trataba de su versión más moderna y sofisticada, por eso el andar en ciudad era uno de los mejores del segmento y prácticamente no transmitía vibraciones al habitáculo.

Bajo el capot, el C6 que llegó a la Argentina estaba disponible con dos motorizaciones, ambas V6. La opción naftera tenía 3 litros de cilindrada y desarrollaba 215 CV, mientras que la HDI era un 2.8 con 208 CV. La transmisión en ambos casos era automática de seis velocidades.

Más allá de lo difícil que es para las marcas generalistas competir frente a las premium, el talón de aquiles del Citroën C6 era el precio. Para que tengas una referencia, en 2007 su valor estaba apenas por encima de los Audi, BMW y Mercedes contemporáneos. Y si bien su nivel de confort era superior, perdía puntos en algunas terminaciones del interior, que no estaban a la altura del modelo.