La versión con motor V6 y tracción integral del Volkswagen Golf de cuarta generación fue muy rara de ver en nuestro país. Ingresaron algunos ejemplares importados a principios del 2000, solo en carrocería de tres puertas y con el conocido “ve-erre-seis” (en este caso con 2,8 litros de cilindrada) acoplado a una caja manual de seis marchas y el codiciado sistema 4Motion.

La unidad protagonista de esta nota es una de las pocas que hay en el país pero además, por su estado y características creemos que es un ejemplar digno de conocer. Este Golf V6 pertenece a un lector, Francisco Granata, que nos contó un poco la historia del auto y cómo llegó a sus manos:

Lo compré en julio del 2009 a un excónsul y ya lleva 13 años lleva conmigo. Ahora tengo 33 años y desde mis 20 que está en mi poder. En su momento el auto contaba con 20.000 kilómetros de fábrica, lo compré absolutamente todo original hasta que de a poco se me ocurrió armarlo como su hermano mayor, el Golf R32.

Primero fue el paragolpe delantero, seguido por los zócalos y el paragolpe trasero. Una vez armado con el kit me puse a buscar las llantas originales de 18 pulgadas denominadas Aristo, tanto busqué que no las encontré y por eso la única que me quedaba era traerlas de Chile. Así fue, por intermedio de un amigo chileno pude traerme las 4 llantas 0km sin problemas.

Al tiempo quise mejorar la suspensión y este mismo amigo me la trajo de Chile. Una bilstein B12 pro kit regulable en altura. En el interior cambie las toberas originales por las de VW Bora al igual que el stereo original, que fue reemplazado por uno de Volkswagen Bora, y por último se le colocaron las pedaleras de R32. De motor esta totalmente original y actualmente tiene 39.000 kilómetros”.

Algo que nos llamó la atención de esta unidad en particular, más allá de su estado, tiene que ver con el interior ya que la terminación bitono de la plancha solo fue ofrecida en los primeros Golf que llegaron importados a fines de la década del 90, y la mayoría de estas versiones con orientación deportiva apelaban a un solo tono de negro.

Por su parte, si hablamos del equipamiento hay que mencionar que ofrecía el máximo nivel de dotación que podía encontrarse en un Volkswagen Golf de aquella época. Claro que hoy en día son elementos que no llaman la atención pero en aquel momento se destacaba la presencia de climatizador, butacas calefaccionadas, techo solar, computadora de a bordo y cuatro airbags.

Nos resta completar la nota con algunos datos de fábrica: el motor alcanzaba unos 204 CV, que le permitían acelerar de cero a cien en 7,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 235 km/h. Además, lo más llamativo de este motor y esta versión en particular es el sonido que emite el escape, que provoca una sensación más que agradable cada vez que pisamos a fondo el acelerador.

El Volkswagen Golf V6 de esta generación (la cuarta) fue lo más cerca que estuvo el público argentino de conocer el más radical R32, que actualmente se denomina R “a secas” y particularmente hace unos meses esa denominación cumplió 20 años. Pero como mencionamos al comienzo de la nota, ingresaron muy pocas unidades al país y por eso siempre llama la atención encontrar alguno, sobre todo con bajo kilometraje y mínimas modificaciones “after market”.