Contacto: manejamos el nuevo Ford Bronco, el SUV más extremo y potente del mercado
Nos quedamos con ganas de más pero pudimos ponernos por primera vez al mando del SUV de Ford con motor V6 biturbo de 334 CV. Toda la experiencia en Jujuy.
El miércoles a la noche aterrizamos en Jujuy para vivir una experiencia en la Puna argentina a puro off road, empanadas, corderos, llamas y vinos (después de manejar, claro). El motivo principal: la llegada de un nuevo SUV al mercado argentino de la mano de Ford, que presentó finalmente el Bronco ‘posta’.
Sin desmerecer a su hermano menor fabricado en México bautizado por varios colegas como “Bronquito”, que tiene excelentes aptitudes para salir del camino y es uno de los mejores de su segmento, este Bronco ‘a secas’ está construído sobre un chasis de largueros similar al que utiliza, por ejemplo, la nueva Ford Ranger.
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Así fue el contacto con el nuevo Ford Bronco
El jueves bien temprano luego de un necesario desayuno en el Hotel Huacalera, que muy amablemente nos abrió sus puertas, partimos con las Ford Bronco hacia la zona de Yacoraite, donde la marca había armado una pista todoterreno para probar las aptitudes del recién llegado. Fue un trayecto corto pero que sirvió para exigir el recorrido de las suspensiones (231 mm adelante y 251 mm atrás) y también el sistema de tracción, que tiene la particularidad de contar con el paquete GOAT que ofrece hasta siete modos de manejo.
Además, había partes con trepadas que servían para verificar la importancia de contar con bloqueo de diferencial en ambos ejes, sumado a un dispositivo que Ford denomina asistente de giro off road o “trail turn assist”, un mecanismo que bloquea la rueda trasera interna cuando doblamos hacia la izquierda o hacia la derecha, lo que reduce el espacio que necesitamos para realizar la maniobra, algo importante a la hora de circular fuera del camino.
Contacto en asfalto y tierra
Al día siguiente tuvimos la posibilidad de manejar durante varios kilómetros de asfalto y ripio al nuevo Ford Bronco porque desde el hotel nos dirigimos hacia la zona de Purmamarca, siempre con la Quebrada de Humahuaca como protagonista. A pesar de sus neumáticos pensados 100 % en salir del camino y la puesta a punto de suspensiones, el Bronco se comporta bien, aunque hay que saber entender sus limitaciones. La insonorización es su punto débil, ya sea por el zumbido que emiten los Goodyear o las filtraciones eólicas producto del sistema para desmontar el techo, similar al que tiene el Jeep Wrangler, su principal rival.
A la hora de los sobrepasos es un placer acelerar el V6 biturbo y dar rienda suelta a los 334 caballos ya que la respuesta es instantánea y se escucha un rugido por los escapes que es bastante placentero y siempre es bienvenido.
Una vez que entramos al ripio sorprende por su tenida y comportamiento, sobre todo cuando conectamos la tracción integral de reparto automático (también tiene 4×4 en alta y baja, sumado a los bloqueos de diferencial que ya mencionamos). Claramente es un vehículo para disfrutar en travesías y en condiciones extremas, está preparado para eso.
Conclusiones
Fueron apenas unos 60 kilómetros entre asfalto sobre la RN9 y el trayecto de ripio para llegar a Tumbaya, un sitio espectacular que regala unas postales increíbles de esas que solo se consiguen en nuestro país.
Llega la hora de volver a casa y como siempre nos quedamos con ganas de manejar un poco más, así que esperamos tener una unidad en Buenos Aires dentro de unas semanas para una prueba a fondo como se debe. Por lo pronto, sirva este humilde contacto para ir paladeando este SUV que puede ser tuyo por ‘apenas’ 148 millones de pesos.