Chevrolet Captiva: ¿qué cambia la nueva generación frente a la que llegó a la Argentina?

General Motors confirmó la llegada a México de la segunda generación de la Chevrolet Captiva. Teniendo en cuenta que es un vehículo conocido por el público argentino en su primera edición, en esta ocasión te contamos las diferencias de su última evolución, que se comercializa en diferentes países de Sudamérica.

Como ves en las imágenes, de la primera Captiva que supo llegar en la época que la marca con sede en Detroit comercializaba vehículos de origen coreano queda poco y nada. La nueva generación está basada en el modelo Baojun 530 y fue desarrollada entre la automotriz de Michigan y el grupo chino SAIC.

Tiene un diseño algo polémico, con líneas cuadradas que para nada se identifican con otros modelos de Chevrolet, lógicamente porque no se trata de un producto originalmente creado por la marca norteamericana. Sin embargo, en cuanto a las dimensiones se asemeja a “nuestra” Captiva, con una longitud total en el orden de los 4,65 metros.

Otra similitud con la Captiva de primera generación está en el interior, ya que esta versión de origen asiático también cuenta con variantes que ofrecen habitabilidad para siete pasajeros, gracias a un buen espacio cortesía del mencionado formato “cuadrado” de la carrocería.

Bajo el capot aparece otra diferenciación: mientras la Captiva comercializada en nuestro mercado entre 2006 y 2018 tenía motorizaciones nafteras y turbodiesel, en su última evolución este SUV mediano tiene un impulsor 1.5 turbo con 147 CV que se combina a una caja automática CVT.

Si bien en esta región la Chevrolet Equinox tomó el lugar que dejó la Captiva, en México todo indica que convivirán ambos productos, ya que por precio la Captiva se posicionará entre Tracker y Equinox. No obstante, por el momento no estaría en los planes de General Motors para la Argentina y tampoco le vemos muchas chances teniendo en cuenta que se fabrica en China y pagaría arancel de importación.