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Renault Arkana Test Drive

Nos subimos a la flamante incorporación de Renault a su gama local: el Arkana es un producto de buena calidad, equipamiento inmejorable y un excelente comportamiento en cualquier ámbito.

Renault Arkana (4)

Renault se metió en el nicho de los SUV con silueta fastback o “coupé” pero, a diferencia de otras marcas, lo hizo con un producto global que también se puede encontrar en un concesionario de la marca en Francia. Eso es el Arkana, un modelo que utiliza una plataforma de segmento B pero que la marca quiere posicionar como C por tamaño, precio y equipamiento. 

Al Renault Arkana lo conocimos a modo de anticipo en el stand de Cariló, y luego se lanzó comercialmente con un precio bastante competitivo de 44 millones de pesos. Hace unos días en el streaming de auto test el presidente de Renault, Pablo Sibilla, dejó un dato interesante sobre el valor del Arkana: en Argentina cuesta lo mismo que en Francia, porque acá llega sin paga el 35 % de arancel por su condición de “electrificado” que vamos a explicar más adelante. 

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Así las cosas, finalmente nos pudimos hacer de una unidad de un vistoso color “azul zanzibar” para contarte cómo anda y analizar las principales virtudes y defectos de un modelo novedoso para nuestro país pero que ya tiene ¡seis años! en Europa. 

Desde el diseño exterior queda claro que Renault quiere posicionar al Arkana un escalón por encima de lo que es un segmento B regional. Más allá de que la carrocería está llena de detalles Alpine propios de la única versión que llega al país, la trompa es muy parecida -por no decir igual- a la del Captur de última generación que se vende en Europa, con el cual el Arkana comparte plataforma. 

Repasemos las dimensiones: el Arkana tiene 4,56 metros de largo y 2,72 metros de distancia entre ejes, que a modo de referencia son cifras muy parecidas a las de un Fluence (segmento C) de hace diez años. Incluso el baúl del nuevo crossover, con 513 litros, ofrece apenas 15 litros menos que el discontinuado mediano.

Renault Arkana 6

Menciono tanto al discontinuado sedán cordobés porque pienso que el potencial usuario de un Arkana puede ser alguien que tuvo o tiene un Fluence, le gusta la marca y quiere un vehículo cómodo, con buenas prestaciones y un andar similar. Por supuesto que no son comparables, pero dentro del espectro Renault hoy en día, creo que este crossover coreano es lo más cercano a un sedán mediano que la marca puede presumir de tener en su portfolio.

En materia de equipamiento de seguridad, este Renault Arkana viene con seis airbags y todos los ADAS importantes: control crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, alerta de punto ciego y asistente de mantenimiento de carril. 

Me gustó mucho la posición de manejo, con una butaca de impecable agarre que ofrece regulaciones eléctricas y hasta calefacción, algo que vino muy bien en estos climas invernales que empiezan a azotar la ciudad de Buenos Aires. El volante regula en altura y profundidad y también cuenta con calefacción, algo que hasta hace no mucho estaba reservado para vehículos de segmento superior. 

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A la hora de la conectividad, se destaca la presencia de una pantalla de 9,3’’ con disposición vertical en el centro de la plancha, que ofrece conexiones inalámbricas para android auto y carplay y es bastante intuitiva en su funcionamiento, aunque sigue un escalón por debajo de otras. 

Renault Arkana 3

El toque Alpine lo dan las costuras azules de los tapizados y el volante, el logo grabado en ambos respaldos, la pedalera y los detalles en los cinturones de seguridad. En líneas generales, una muy buena presentación que no está sobrecargada de cosas y que además da la sensación de estar sentado a bordo de un auto de segmento superior, algo que diría no lograba un Renault hace años. 

A la hora del comportamiento, si bien no tiene el aplomo de un modelo del segmento C, el Arkana se desenvuelve con soltura en todo tipo de situaciones. Su origen extrazona (Corea del Sur) no lo perjudica ante cualquier lomo de burro o cuneta, mientras que en ruta siempre transmite sensación de seguridad al conductor, con el plus de que contar con todas las ayudas electrónicas a disposición. 

En conclusión, si buscás un modelo con un destacado equipamiento de confort (techo panorámico, butacas eléctricas con calefacción, acceso y arranque sin llave, etc), motorización eficiente y una estética diferente, el Arkana puede ser una opción. Sobre todo si consideramos que por precio está al mismo nivel de modelos de segmento B menos potentes y con menos equipamiento y calidad. 

A favor

Diseño atractivo

Seguridad

Equipamiento de confort

Calidad general

En contra

Visibilidad hacia atrás

Auxilio temporal

Gama acotada

Consumo de combustible

En cuanto al consumo de combustible, hicimos varias mediciones para poner a prueba este sistema de hibridación ligera, que tiene la particularidad de ofrecer un modo “velero” que apaga el motor térmico en determinadas situaciones para bajar consumos y reducir emisiones. Esto se aprecia más cuando circulamos a velocidad crucero de unos 100 km/h y soltamos el acelerador. Ahí se activa el sistema start and stop (por más de que estemos en movimiento) y con la batería de 12 volts se alimentan todos los sistemas como el aire acondicionado, el equipo de audio, las luces, etc. 

Así las cosas, en ciudad registramos en promedio 9 litros cada cien kilómetros, mientras que en ruta a 100 km/h el Arkana consume 5 litros cada cien y a 130 km/h se dispara pero nunca superó los 8 litros. 

Consumo (L/100km) AutonomÍa (KM)
100 km/h 5/
130 km/h 8/
Ciclo urbano 9/
Promedio

Aceleración, recuperación y frenada

Llegamos tal vez al punto clave de la prueba del Arkana: el conjunto motriz. La única versión disponible de este SUV recurre a un sistema de electrificación denominado híbrido ligero o un término más “marketinero”: mild hybrid. 

Consiste en una pequeña batería de 12 volts que asiste al motor térmico (el conocido 1.3 turbo que equipa a la Duster, por ejemplo) en determinadas situaciones, pero nunca envía fuerza directamente a las ruedas. La potencia declarada es de 140 CV, unos 23 CV menos con respecto a Duster, algo que se nota a la hora de exigir el bloque, cosa que hicimos en el Autódromo de Buenos Aires. 

Con una caja automática de doble embrague de siete marchas, el Arkana hizo el 0 a 100 km/h en 10,7 segundos, mientras que una Duster con el mismo motor pero sin el sistema híbrido y con una caja CVT aceleró en 9,1 segundos. La tracción es siempre delantera. 

Lo que nos sorprendió para bien fue la frenada, de obscenos 36,3 metros para detenerse de 100 km/h a 0. 

ACELERACIONES
0-100 km/h 10,7 segundos
0-400 metros S/D
0-1.000 metros S/D
RECUPERACIONES
80-120 km/h S/D
FRENADA
60-0 km/h S/D
100-0 km/h 36,3 metros
130-0 km/h S/D

Ficha técnica

MOTOR
Tipo Naftero
Configuración delantero, transversal, cuatro cilindros en línea
Cilindrada 1.332 cm3
Diámetro por carrera S/D
Distribución Doble árbol de levas con cadena
Inyección Directa
Compresión S/D
Potencia 140 CV entre 4.500 y 6.000 rpm
Par máximo 260 Nm entre 1.750 y 3.500 rpm
TRANSMISIóN
Tracción Delantera
Caja Automática de doble embrague y siete marchas
CHASIS
Suspensión delantera McPherson
Suspensión trasera Eje rígido
Frenos A disco en las cuatro ruedas, delanteros ventilados
Dirección Con asistencia eléctrica
Diámetro de giro S/D
Neumáticos 215/55R18
CARROCERÍA
SUV Cinco puertas, cinco plazas
Peso 1.336 kg
Tanque
Baúl 513 litros
Largo / ancho / alto 4.568/1.821/1.571 mm
Distancia entre ejes 2.720 mm
Trochas S/D