Renault Duster 4×4 Test Drive
Nos subimos a la renovada Renault Duster, que estrena upgrades de conectividad, diseño y sobre todo, de seguridad. Mantiene la configuración 4x4, la suspensión independiente y el potente pero algo gastador 1.3 TCe.
Nos subimos a la renovada Renault Duster, que estrena upgrades de conectividad, diseño y sobre todo, de seguridad. Mantiene la configuración 4x4, la suspensión independiente y el potente pero algo gastador 1.3 TCe.
No cabe dudas que la Duster está en su momento más maduro. De aquella pata rústica y/o guerrera de la doble oferta de Renault en el competitivo segmento de los SUV B hoy el modelo se encamina a los 15 años de presencia en Argentina como el único estandarte del rombo tras la salida de Captur otrora ad latere. A poco de un restyling profundo, Renault relanzó Duster con algunas cositas de diseño y un refuerzo de equipamiento. Manejamos la variante 4×4 con caja manual, una peculiar configuración a la que los franceses siguen apostando.
Quiero insistir con la etapa de madurez de la Duster. El modelo se jerarquizó en términos de calidad, presentación y estética. Esta actualización, según Renault, está focalizada en diseño, seguridad y tecnología. Si nos adentramos en lo primero, esta nueva Duster cambia algunas cositas de la trompa como los LED (queda muy guerrero el nuevo diseño), los faros traseros, algunos cambios cromáticos como en el skid plate (más oscuro), rediseñadas barras de techo y algunas pinceladas naranja que me parecen muy sutiles y acertadas. El toque final en esta versión Iconic pasa por las llantas de nuevo look y oscurecidas.
Algo que siempre le criticamos a Duster fue la seguridad. Justamente en ese segundo pilar que menciona la marca están las cuatro bolsas de aire que se suman al portfolio de serie además del sensor de lluvia y por último, hablando de la tecnología, la incorporación de tres puertos USB-C (uno en la parte delantera y dos en la parte trasera) y cargador inalámbrico para las versiones Iconic.
El resto de la dotación, lo esperable para un vehículo de este segmento y jerarquía aunque, más allá de la bienvenida actualización de seguridad, sí es cierto que no hubiera venido mal algún ADAS como para dar un paso más adelante.
Respecto del comportamiento, siempre comentarios positivos para un vehículo recontra regional (se hace en Colombia) que se banca sin despeinarse el traqueteo diario en parte gracias a su diferencial que es la suspensión independiente trasera.
Pero si hablamos de diferencial claramente el punto que la pone por encima del resto es su tracción 4×4 que mantiene desde las primeras Duster, con modo 4×2, Auto (a discreción de la centralita) y bloqueo por si tenemos un escenario complicado por delante. Apuntalan a la tracción los neumáticos de uso mixto que siempre aportan un plus a la hora de salir del pavimento. Pasna los años y la duster sigue siendo sinónimo de daily+off road.
Adentro no hay mayores cambios además de lo que contamos de los puertos de carga. Es un interior que ruboriza al de la generación anterior por sus trazos y su presentación. No recuerdo haber manejado otro producto colombiano además de los Renault pero creo que la industria está a la altura de lo que ofrece la argentina y/o brasileña.
La calidad denota una terminación correcta de la industria cafetera, y la buena habitabilidad se mantiene ya que no hubo cambios en los 2,67 metros entre ejes y 400 litros de baúl que la dejan muy bien parada para ser llenados por las cosas de la familia, amigos y/o conocidos.
El puesto de mando es tradicional de un SUV del segmento, con una butaca (de muy lindo diseño y con detalles naranja), un volante que regulan en todos los sentidos y un tablero muy tradicional de Renault, que creo que ya pide cambio, con dos relojes y una compu central monocromática.
Desde hace algún tiempo Renault fue evolucionando sus centrales multimedia y en esta oportunidad Duster mantiene la Easy Link de 8” que, como indica su nombre, tiene conectividad inalámbrica android auto y car play. El sonido por su parte es correcto, y a la hora de recargar una de las novedades es la incorporación de tres puertos USB C (uno en la parte delantera y dos en la parte trasera) y cargador inalámbrico para esta versión.
Sin ADAS
Auxilio temporal
Consumo urbano
El consumo de combustible de la nueva Renault Duster es algo elevado. La última vez que habíamos manejado y medido este motor en un viaje al Litoral obtuvimos 6,3; 9,2 y 12,3 circulando a 100 y a 130 km/h y en trazados urbanos, respectivamente. Como siempre estamos probando y chequeando consumos, en esta oportunidad los bajamos a velocidades constantes pero se nos fue un poquito más en ciudad tal vez (y esto es meramente una especulación) porque por aquel entonces todavía había distanciamiento producto de la nefasta pandemia. Así las cosas, actualizamos esos números a 5,1; 8,5 y 12,8, respectivamente. Independientemente de los promedios, queda claro que a elevada velocidad y en ciudad, la Renault Duster gastó más de lo que nos hubiera gustado aun en modo Eco.
100 km/h | 5,1/980 |
130 km/h | 8,5/588 |
Ciclo urbano | 12,8/390 |
Promedio | 9,8/511 |
El motor es el recontra noble 1.3 de 163 CV que empuja fuerte no sólo en sensaciones sino también en las cifras. Al igual que con los consumos nos fuimos al autódromo a reconfirmar las cifras y no las pudimos mejorar así que mantenemos los 9,5 segundos para el cero a cien y el kilómetro en 30,8 cifras que son mejores que en motores con mayor potencia.
En cuanto a sensaciones las mejores, pero tiene un notable lag en la zona baja del cuentavueltas -milisegundos- que me llamó poderosamente la atención. Eso sí, cuando conecta el turbo el sacudón es rabioso y hace olvidar la merma inicial.
Otro aspecto destacado del conjunto es la caja, de exquisito funcionamiento y acople y sin vacilaciones, lo que nos permitió apurarla sin problemas en la pruebas de aceleraciones que subimos a nuestras redes y que tantos comentarios suscitó: fiel a nuestra costumbre devolvimos los autos en perfecto estado mecánico y listo para seguir siendo prestado.
0-100 km/h | 9,5 segundos |
0-400 metros | 16,9 segundos |
0-1.000 metros | 30,8 segundos |
80-120 km/h en 4ta | 6,1 segundos |
El último aspecto a mencionar, y que también sigue las buenas sensaciones y registros de todo el resto son los frenos, que firmaron soberbios 38,9 metros de 100 a 0 pese a la ausencia de discos atrás dejando en evidencia una vez más que, por lo menos para situaciones así, el tambor, aunque no es lo que más nos gusta, puede ser funcional.
60-0 km/h | 13,9 metros |
100-0 km/h | 38,9 metros |
130-0 km/h | 65,8 metros |
Tipo | Naftero |
Configuración | Delantero transversal, 4 cilindros en línea |
Cilindrada | 1.332 cm3 |
Diámetro por carrera | 72,2 x 81,4 mm |
Distribución | Doble árbol de levas a la cabeza comandado por cadena (distribución variable doble) |
Inyección | Directa, turbo e intercooler |
Compresión | 10,6:1 |
Potencia | 163 CV a 5.500 RPM |
Par máximo | 270 Nm a 1.800 RPM |
Tracción | 4×2, 4×4 Auto y 4×4 en alta |
Caja | Manual de seis velocidades, embrague monodisco en seco |
Suspensión delantera | Independiente tipo McPherson con barra antirrolido |
Suspensión trasera | Multilink (4 brazos) |
Frenos | A disco ventilado adelante, tambor atrás |
Dirección | A cremallera con asistencia eléctrica |
Diámetro de giro | S/D |
Neumáticos | 215/60 x 17» |
SUV | 5 puertas, 5 plazas |
Peso | 1.362 kg |
Tanque | 50 litros |
Baúl | 400 litros |
Largo / ancho / alto | 4.341/1.832/1.693 mm |
Distancia entre ejes | 2.674 mm |
Trochas | S/D |