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¿Cuál era el mejor sedán mediano base? Focus vs Fluence 1.6

Hace casi diez años, en un contexto de mercado con precios distorsionados (¿te suena?) enfrentábamos las versiones “base” con motor 1.6 del Ford Focus y Renault Fluence. ¿Quién ganó?

Hace unos años, más precisamente a mediados de 2014, cuando en nuestro mercado todavía existía una oferta bastante nutrida dentro del segmento medio de sedanes, enfrentábamos las que por ese momento eran quizás las alternativas más novedosas. 

Ford Focus vs Renault Fluence 1.6 (3)

Tanto el Ford Focus como el Renault Fluence compartían su origen nacional pero tenían varias diferencias a la hora de analizarlos a fondo. Ambas se imponían como una alternativa más accesible frente a sus versiones tope de gama, pero además corrían con la ventaja de no estar afectadas por el impuesto al lujo (¿les suena conocido?). En este comparativo te vas a encontrar con datos que hoy parecen anecdóticos, como autos a 300.000 pesos o medianos sin ESP. En fin, cuando uno acude al archivo suelen aparecer estas cosas…

A la hora de evaluar la compra de un auto entran una infinidad de variables en la ecuación. Por ejemplo, hasta el año pasado, cuando un potencial cliente estaba económicamente en el límite del segmento B, la decisión se debatía entre: ¿compacto full o mediano base? Dependiendo de sus necesidades privilegiaría la habitabilidad, el equipamiento, el comportamiento en ruta o el confort de marcha que cada modelo ofrece.

Pero hoy la situación del país es totalmente diferente. Con el denominado impuesto al lujo, que afectó, entre otras cosas, la producción de medianos nacionales, hay versiones tope de gama a absurdos y privativos valores, que en algunos casos superan los 300 mil pesos –y a veces solo se mantienen virtualmente en el catálogo, pero conseguirlos en una concesionaria es casi imposible.

Ford Focus vs Renault Fluence 1.6 (1)

De esta manera, las variables más accesibles de estos modelos tomaron más protagonismo en el mercado, y los que antes miraban de reojo a los medianos base empezaron a mirarlos con más cariño. Por eso remarcamos la llegada del nuevo Ford Focus S, que se presentó hace algunos meses junto con el resto de la gama 2.0 (tanto en carrocería bicuerpo como tricuerpo), con un mejorado motor 1.6 que evaluaremos comparándolo con otro compatriota “uno-seis” base, el Renault Fluence Confort Plus, que desde enero reemplazó al Confort con ligeras novedades de equipamiento.

Motores pequeños y eficientes

El Ford Focus en versión tricuerpo y bajo la denominación “S”, busca revancha con el mismo 1.6 Sigma, pero que gracias a la incorporación de un doble sistema Ti-VCT, que le permite retrasar o adelantar la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape, mejora notablemente su consumo y respuesta. Además, elevó su potencia a 125 CV y el torque pasó de 15,5 a 16,2 kgm, valor que alcanza a 4.000 rpm.

Ford Focus 1.6 Motor

Era y es un propulsor muy progresivo en toda la escala del tacómetro que no manifiesta tirones a bajas vueltas, y permite doblar hasta en cuarta marcha sin problemas. Con los retoques ganó un poco de carácter, aunque está lejos del nerviosismo del 2,0 litros, y mejoró todas sus cifras de aceleración, mientras que su consumo bajó considerablemente, con relación al modelo anterior.

En el otro rincón, está el Renault Fluence con su confiable 1,6 de 110 CV y 14,8 kgm a 4.250 rpm. Su desempeño es muy parecido al Ford Focus en cuanto a elasticidad, pero con 15 caballos menos sus valores –Race Logic mediante– naturalmente son inferiores, aunque lógicos para su relación potencia/cilindrada.

Ambos tienen una transmisión manual de cinco marchas con relaciones cortas en los primeros cambios, que progresivamente se van alargando. En este aspecto el Ford Focus saca provecho de su plus de potencia y aventaja ligeramente al Fluence en los ítems de aceleración. La única diferencia digna de destacar estuvo en el 80 -120 km/h en quinta donde el de marca norteamericana fue cuatro segundos más rápido.

Renault Fluence 1.6 Motor

En cuanto a consumo, los dos tienen cifras contenidas, algo que busca el cliente de motores “chicos”, y prácticamente no se sacan ventajas. Pero hilando fino, el Ford Focus va más relajado: a 130 km/h reales gira a 3.750 rpm versus 4.000 del Fluence que, además, deja entrar un poco más de rumorosidad al habitáculo, por lo que los resultados en la planilla lo favorecen con una máxima diferencia de 1 litro cada cien kilómetros a 100 km/h, pero a la hora de organizar paradas a repostar el francés ofrece mejor autonomía, con un tanque de 5 litros más de capacidad (60 contra 55). Asimismo, el Ford Focus dispone del sistema EcoMode que permite optimizar el consumo con sugerencias al conductor en función de su estilo de manejo.

Comportamiento en ruta y ciudad

Con unos días de diferencia, el primero que llegó a la redacción de auto test fue el Ford Focus, por lo que aprovechamos para realizar las pruebas urbanas. Lo primero que notamos es una suspensión algo rígida, y los neumáticos (205/55/16”) son algo rumorosos en empedrados, y, aunque su despeje es bueno, hay que tener cuidado en badenes profundos, a diferencia del Fluence que tiene una elevación a prueba de todo, y que además dispone de un verdadero chapón protector en vez de cobertor plástico.

El del rombo se muestra más a gusto, absorbiendo las imperfecciones de las calles con suspensiones más mullidas, neumáticos con mayor talón (205/60/16”) y una dirección liviana (los dos traen asistencia eléctrica variable), por lo que el confort de marcha en ciudad favorece al Renault.

Ford Focus 1.6

En ruta la situación es totalmente inversa: el Ford Focus se luce dinámicamente con un centro de gravedad más bajo, una dirección más directa, un selector de marchas más preciso, embrague firme –sensiblemente más gomoso en su rival– y suspensiones independientes en ambos ejes, la trasera tipo multi-link que le brinda mayor estabilidad y agilidad frente a fuerzas laterales. Algo notable en curvas veloces, donde el Ford Focus dobla bien apoyado y sin vicios, a diferencia del Fluence, que tiende a inclinar su carrocería.

Por otra parte, la posición de manejo del Ford Focus es muy buena, con doble regulación de volante contra solo altura del Renault, que en contrapartida tiene una butaca más mullida (ambas con reglaje de altura). Asimismo, el habitáculo es más moderno y envolvente en el Ford Focus, aunque el del Fluence da la sensación de ser más amplio. Y de hecho lo es, y se nota en las plazas posteriores donde atrás de un conductor alto entra otra persona de igual estatura –algo difícil de lograr en su rival–. También el baúl del francés es más grande, son 530 litros, que sobra para cualquier viaje, contra 421.

Renault Fluence 1.6

Equipamiento

Estamos hablando de versiones de entrada de gama, pero que a simple vista esconden mucho mejor que antes esta condición “económica”. Con relación a sus respectivas opciones full, estéticamente solo modifican sus llantas y pierden algunos cromados decorativos, pero por suerte ya dejaron atrás las tazas o los paragolpes/molduras oscuros sin tratamiento de color. Tampoco pierden en cuanto a calidad de materiales y presentación, aunque en este punto gana por mayor prolijidad el Fluence.

Por su condición de bases, los faltantes de equipamiento van a estar presentes en los dos, pero haremos hincapié en algunas diferencias. En primer lugar, ambos disponen de un nivel de confort acorde a un segmento C, o sea tienen cuatro levantavidrios y retrovisores eléctricos, cierre centralizado en rodaje, aire acondicionado manual, llantas de aleación, comandos al volante o satelital, computadora de a bordo, etc.

Ford Focus 1.6 Interior

El Fluence se diferencia por tener One Touch en las cuatro ventanillas (solo la del conductor y para bajar en el Ford Focus), regulación interna de faros, apertura interna de baúl (contra solo destrabe) y reóstato; mientras el Ford Focus tiene una pantalla más grande y un sistema de audio más sofisticado: el Sync con control de voz –a gusto personal los comandos del mismo ya quedaron antiguos y hasta algo confusos. La crítica que les cabe a los dos es la carencia de por lo menos sensor de estacionamiento trasero.

Hay que aclarar que el Fluence Confort Plus sustituyó a principios de año al Confort con el agregado de llantas de 16 pulgadas, molduras laterales color carrocería y equipo de audio con puerto USB y entrada auxiliar.

Renault Fluence Interior

Párrafo aparte para la seguridad. Nada de ayudas electrónicas como controles de estabilidad o tracción, para ellos hay que subir varias versiones y sumar unos 50 mil pesos al precio. Pero claramente cumplen con ABS/EBD y doble airbag frontal. Renault completa la nómina con antinieblas traseros, freno a disco en las cuatro ruedas, cuatro cinturones de tres puntos (quinto abdominal) y mismo número par de apoyacabezas. En cambio, en Ford Focus se esmeraron con antiniebla delantero y trasero, cinco apoyacabezas, Follow Me Home (luces de acompañamiento), cinturones de tres puntos en todas las plazas y ganchos Isofix, pero los frenos traseros son a tambor, lo que estiró su frenada a más de 42 metros, curioso registro similar al del Fluence con cuatro discos.

Renault Fluence

A FAVOR

Espacio interior
Capacidad del baúl
Confort de marcha (ciudad)
Presentación y materiales

EN CONTRA

Faltantes de seguridad
Inclinaciones de carrocería
Sensibilidad a vientos cruzados
Dirección sobreasistida

Ford Focus vs Renault Fluence 1.6 (2)

Ford Focus

A FAVOR

Consumo      
Comportamiento dinámico      
Posición de manejo
Insonorización

EN CONTRA

Plazas traseras
Capacidad del baúl
Auxilio temporal
Detalles de terminación

Ganador: Ford Focus

Ford Focus vs Renault Fluence 1.6