Como vimos en el 3008, el 5008 repite el concepto i-cockpit (posee pantalla de 8”) de tercera generación. Tiene un volante compacto, con un nuevo diseño con zonas planas, que mejora el campo visual (el tablero, que es una pantalla de 12,3” configurable, se mira por arriba del aro y no a través). A esto se suma una buena butaca con musleras, regulación eléctrica y memorias (la del conductor) para cerrar una buena posición de manejo, quizás con la pedalera algo cercana.

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La calidad es buena, al igual que la habitabilidad, que mejoró gracias a las nuevas dimensiones. Tiene siete plazas individuales. En las primeras dos filas hasta cinco adultos se pueden acomodar dignamente (la segunda es reclinable y con regulación longitudinal), mientras que la tercera agrega dos asientos (que se ocultan dejando un piso plano o que directamente se pueden extraer).

Todos tienen cinturones de tres puntos y apoyacabezas, que son tipo coma, por lo cual no entorpecen con la visibilidad… algo que se agradece por su gran porte. Igualmente, para maniobras en lugares reducidos tiene sensores y cámara de 360 grados. El que le pega a algo es porque quiere.

La dirección es eléctrica variable, cosa que lo hace muy dócil en la ruta (con un gran aislamiento acústico), y solo ante grandes exigencias en curvas puede entrar en acción el control de estabilidad.

Que en ciudad entregue su máximo torque desde las 1.400 rpm le asegura buenas salidas y agilidad, y ya elogiamos en reiteradas oportunidades la elasticidad del motor, que lo puede hacer circular a bajas velocidades en marchas altas, sin perder respuesta. Y, si bien las suspensiones son independientes en ambos ejes y orientadas al confort, el perfil de los neumáticos puede transmitir algún “golpe” en el interior.

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Por último, hay que decir que tiene diferentes modos de conducción. El primero es Sport (desde una tecla), que estira los cambios hasta el corte y sensibiliza el acelerador. Después tiene el Advanced Grip Control que, desde una rueda, permite cinco seteos con parámetros electrónicos preestablecidos según la adherencia de la superficie. Es un dispositivo que en la práctica se usa poco, ya que el perfil de un 5008 difícilmente sea el de un aventurero; pero, por ejemplo, en unas vacaciones invernales la ayuda para “hielo” será más que bienvenida.