Apenas uno se sienta al volante se nota que la plancha fue absolutamente renovada, dejando de lado la tradicional que caracteriza a la mayoría de los modelos de la marca. Muestra un diseño más geométrico pero agradable a la vista y con los comandos ubicados de manera accesible para el conductor. El equipamiento de serie está dentro de lo esperado, pero con dos faltantes que se extrañan: ausencia de levas al volante y de cámara de retroceso.

La versión Sportline cuenta con llantas de 17 pulgadas, techo solar panorámico, sensores de estacionamiento acústico y visual, faros y antinieblas de LED, butacas deportivas exclusivas, climatizador bizona con salidas posteriores y control de temperatura independiente, Apple Car Play y sistema de navegación táctil con pantalla de 8.8”. El paquete de seguridad contempla control automático de estabilidad, control dinámico de tracción, control de crucero y seis airbags. Considerando su segmento, ofrece un elevado nivel de terminación con materiales entre los que no abundan los plásticos rígidos, logrando una positiva percepción de calidad. El espacio interior es justo, no sobra pero tampoco falta, y juega a favor para que un quinto pasajero “disfrute” del piso plano.

Las butacas deportivas exclusivas de esta versión ofrecen una correcta sujeción del cuerpo con una dureza intermedia, ideal para encarar viajes largos; además, cuentan con una amplia gama de reglaje a lo largo y en altura. El volante, de buen tacto, dispone de doble regulación. Los mandos están a mano y el selector de caja es de tamaño reducido, pero cumple perfectamente con su función cuando se usa la caja automática de siete marchas y doble embrague en función manual. También ofrece la posibilidad de mejorar la gestión del motor en modo Sport o Confort para cuando se circula en el tránsito con la selectora en Drive, aprovechando el torque del motor a poco más de 1.200 rpm, logrando un andar suave, progresivo y descansado. En ciudad las suspensiones llevan el sello de BMW, con cierta rigidez en ambos trenes, aspecto en el que también juegan su papel los neumáticos en medida 225/45 montados en llantas de 17”. De todos modos, no penaliza el confort de marcha, ya que absorbe las irregularidades con firmeza.

Las verdades del Racelogic

El nuevo motor es de 1,5 litros y tres cilindros de carrera larga (82 x 94,6 mm) y entrega 140 CV con un torque máximo de 24 kgm desde las 1.250 hasta las 4.000 vueltas y está acoplado a una caja Steptronic de doble embrague y siete marchas, que garantizan un pasaje de cambios rápido y sin patinamientos. Las prestaciones corresponden a las de un vehículo de casi 1,5 toneladas en orden de marcha, que deben ser movidas por un motor de 140 caballos. El corte electrónico se produce recién a las 6.500 rpm y en modo Sport acelera de 0 a 100 km/h en poco más de 9 segundos, llegando a cubrir el kilómetro en 30 segundos a una velocidad de 179 km/h. Nada mal. El consumo es austero: a 130 km/h constantes en D7 registramos 7,3 litros para el centenar de kilómetros, y 9,1 en ciclo urbano con una autonomía de 461 km. Muy eficiente la respuesta de los frenos, que en 37,3 metros lo detienen viajando a 100 km/h mediante un pedal firme y dosificable junto a un ABS que no se mostró indeciso en condiciones de “panic stop”.

A excepción de un casi imperceptible “claqueo” que se siente desde el exterior cuando el motor de tres cilindros está regulando, por sus reacciones y correcto funcionamiento se comporta como un cuatro cilindros. Respecto del comportamiento dinámico, el nuevo 118i mostró buena insonorización debido a la suavidad de rodaje y, aunque desconecten las ayudas electrónicas, su conducta es absolutamente neutra y con adecuada tracción del tren delantero. Más allá de que se trata de un auto de uso cotidiano y que desenvolverá la mayor parte de su vida en el tránsito urbano, se adapta con facilidad a la ruta con una envidiable estabilidad direccional y sin que los vientos laterales lo conmuevan. Utilizando la caja en modo manual, el sobrepaso de vehículos más lentos es un mero trámite debido a la agilidad de respuesta que manifiesta el motor. Las suspensiones, además, trabajan con eficiencia y escaso rolido en curvas.