Hace apenas unos días te mostrábamos cómo la compañía alemana ABT Sportsline lograba que el Volkswagen Golf R, la versión más radical del mediano, supere los 380 CV de potencia. Ahora, en esta ocasión te contamos todas las mejoras estéticas y de performance que la empresa ofrece para la versión GTD con motor diésel.

Como su nombre lo indica, estamos ante un verdadero GTI, que lógicamente utiliza el combustible de Rudolf. Denominado EA288, es un cuatro cilindros con 2 litros de cilindrada, que de fábrica entrega 200 CV y 420 Nm de torque.

Sin embargo, gracias a la “magia” de la reprogramación con la unidad de control de ABT, la potencia aumenta hasta 230 CV y el torque es de 440 Nm. Toda esa fuerza es enviada a las ruedas delanteras a través de una caja automática de doble embrague y siete velocidades.

Por su parte, al igual que con otras versiones del Golf, ABT ofrecerá una serie de mejoras a nivel de suspensión y frenos para acompañar el nuevo nivel de potencia. A eso se sumarán también modificaciones estéticos con un kit de carrocería más agresivo con piezas para mejorar la aerodinámica, sumado a detalles específicos para personalizar el interior.

El modelo que ves en imágenes, si bien no tiene el mencionado kit de faldones y alerón, ya luce unas vistosas llantas de aleación que forman parte del catálogo de ABT Sportsline. Hay tres diseños para elegir, con diámetros que varían entre 19 y 20 pulgadas, y terminaciones negro mate o brillante.

De esta forma, en Europa toda la gama del Golf de octava generación puede incorporar el kit de potenciación y mejoras estéticas de la compañía encargada de modificar y potenciar el emblemático modelo de VW desde su primera generación.

Incluso, la firma germana también ofrece una reprogramación para la motorización más popular del Golf (y otros modelos del grupo Volkswagen/Audi) en el Viejo Continente. Se trata del 1.5 TSI, que puede pasar de 150 a 190 CV.